Los accidentes de tráfico con furgonetas implicadas se han disparado un 41% entre 2011 y 2015 en España, frente a un 12% de los coches, y han causado 935 muertos y casi 4.600 heridos graves, una situación que se acentúa en las ciudades, donde el número de lesionados se ha incrementado un 94% y el riesgo de sufrir un accidente mortal es un 35% mayor que en los automóviles.