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Conocer por qué COVID-19 afecta de forma diferente y tiene menos incidencia en los niños puede ser clave para tomar decisiones y encontrar un tratamiento que extrapole la protección frente al virus de la población pediátrica a los adultos, según una investigación iniciada en el Hospital Sant Joan de Déu.

En una conferencia de prensa telemática, investigadores de este hospital infantil de Esplugues de Llobregat (Barcelona) han presentado este jueves la plataforma "Kids Corona" que tiene como objetivo reunir a familias con hijos menores de 15 años y algún adulto que haya dado positivo para poder estudiar los núcleos familiares y la distinta respuesta al virus en ambos casos.

"La incidencia de la COVID-19 en la población pediátrica es más baja de lo que parecería que tendría que ser. Es bien sabido que los niños son la fuente principal de transmisión de multitud de enfermedades respiratorias como la gripe. Sin embargo, en este caso los niños no reaccionan igual, tienen cuadros leves y muy poco, una minoría, llega a desarrollar cuadros graves", ha señalado el jefe de pediatría del Hospital Sant Joan de Déu, Juanjo García.

"¿Por qué este comportamiento tan diferente en la población pediátrica?", ha señalado García, que ha indicado que los datos del hospital confirman esta diferencia, pues de los 407 test realizados a pacientes pediátricos con criterios de ingreso, solo 18 dieron positivo y únicamente uno desarrolló un cuadro grave. "Lo que nos llamó la atención es que cinco de los casos eran menores de seis meses y el resto eran mayores de seis años, cuando sabemos que nuestro gran problema en las infecciones respiratorias está en el grupo de paciente de entre 2 y 6 años", ha detallado la especialista en curas intensivas pediátricas Iolanda Jordan.

Ante la posibilidad de que los niños tengan una serie de factores protectores que los hacen más resistentes a la infección o a desarrollar una enfermedad grave, el jefe de Pediatría ha subrayado que estudiar la particularidad de los niños puede ser "crucial" para mejorar el conocimiento científico "y quizás darnos pistas sobre como proteger a los adultos del COVID-19, dado que son la población diana y la que tiene más complicaciones".

El trabajo quiere estudiar tres grupos poblacionales distintos: niños que han estado en contacto con contagiados, pacientes pediátricos con coronavirus SARS-CoV-2, y madres y sus recién nacidos, dado que hay muy poca información sobre el desarrollo de la enfermedad en este colectivo.

Asimismo, la investigación trabajará en distintas líneas de estudio abordando los factores microbiológicos, como la posibilidad que los niños tengan una flora nasofaringea que les proteja más, factores de huésped, es decir, si tienen alguna diferencia desde el punto de vista inmunitario que les hace más resistentes, factores clínicos, que describan como evoluciona la enfermedad y la inmunidad, y factores relacionados con el ámbito maternofilial.