Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
(Actualizado

Se acaba de detectar un nuevo riesgo relativo a los tatuajes. Las partículas de metal que se desprenden del desgaste de las agujas impactan en nuestro organismo. El reciente estudio advierte de que los residuos de níquel y cromo de estas agujas llegan a los ganglios linfáticos.

Hasta ahora se conocía que los pigmentos de tatuaje que decoran la piel se distribuyen por el sistema inmunológico llegando a los ganglios linfáticos. Pero la investigación llevada a cabo por científicos europeos de varios países ha detectado que, las partículas metálicas que se desprenden de las agujas al realizar los tatuajes, siguen el mismo recorrido, depositándose también en los ganglios linfáticos.

"Por un par de tatuajes no creo que pase nada"

"Cada perforación de la aguja va dejando algún pequeño trazo", ha asegurado el Dr. Pedro Rodríguez, de la Clínica Dermatológica Internacional. Nanopartículas de níquel y cromo, procedentes de las agujas, y de manganeso y cobalto, de las tintas, se distribuyen por el organismo.

"Me da mucho picor y por eso he empezado las sesiones con el láser"

Más allá de las reacciones alégicas, aún es pronto para evaluar si los tatuajes dañan el organismo a largo plazo. "No es suficiente como para poder alertar o establecer alguna conexión clara. Habría que esperar y ver si esto se traduce en algo en la práctica real", ha añadido el Dr. Pedro Rodríguez.