Familias con varios hijos ven con preocupación el desfase en el comienzo del curso escolar entre las distintas etapas educativas. Los niños, dependiendo de sus edades, volverán a clase entre el 4 y el 18 de septiembre, lo que significa hacer un nuevo encaje de bolillos para conciliar obligaciones laborales y cuidado de menores.
"A ver qué pasa, pero no queda otra, los niños tienen que volver", dicen los padres consultados, entre la resignación y el temor. De nuevo la conciliación vuelve a parecer una utopía. El Club de Malasmadres y la Asociación Yo No Renuncio han pedido al Gobierno una vuelta al colegio "segura", así como más información a los padres y madres y un plan de medidas de conciliación para ayudar a las familias en el caso de que los centros educativos no abran sus puertas con normalidad.
El Gobierno estudia un permiso retribuido
El colectivo denuncia que muchas madres trabajadoras han estirado sus excedencias hasta septiembre, lo que ha implicado una renuncia masiva de mujeres al mercado laboral. "Se supone que vuelvo a trabajar el 14 de septiembre, después de seis meses de reducción total para cuidar de mis hijos, seis meses sin cobrar. No me puedo permitir no volver. Al final terminaré perdiendo el trabajo", afirma una de ellas.
En este sentido, la ministra de Educación, Isabel Celáa, ha señalado que el Gobierno está estudiando la puesta en marcha de un permiso retribuido o baja para aquellos padres cuyos hijos tengan que guardar cuarentena.