En Fuenlabrada, los vecinos de la mujer que permaneció retenida durante cuatro meses siguen perplejos. No dan crédito al calvario que sufrió la joven que fue violada, secuestrada y torturada por su agresor. El detenido sigue en prisión.
Aunque los vecinos intuían que algo extraño pasaba dentro del domicilio nunca se decidieron a denunciar los hechos a la policía.