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La situación humanitaria que se vivía en el Open Arms se ha resuelto pero quedan aún muchos temas que solucionar en este caso. ¿Qué va a ocurrir con los migrantes? ¿Qué pasará con el Open Arms? ¿Qué decisiones tomará la Comisión Europea con respecto a Italia? La política migratoria de la Unión está, una vez más, en entredicho.

El Open Arms ha puesto rumbo a un puerto de Sicilia en virtud de la orden dictada por la Fiscalía de Agrigento. Ha decretado la incautación de la embarcación después de ordenar ayer el desembarco en Lampedusa de las más de ochenta personas que aún quedaban a bordo del barco.

La ONG ha denunciado al gobierno italiano

Dos cuestiones tiene que dilucidar la justicia italiana. Por un lado, la denuncia interpuesta por la ONG española por secuestro de personas ante la negativa de Matteo Salvini de permitir el desembarco en Italia de los rescatados. Y la otra, la sanción a la que podría enfrentarse Open Arms por desobedecer las órdenes del Gobierno Italiano. Omisión del deber por razones de justicia o de seguridad pública o de orden público o de higiene y salud.

Un barco de la Armada española se dirige a la zona

El barco permanecerá inmovilizado al menos dos semanas mientras se realiza la investigación. Un coste que asume la ONG si así se asegura la atención a los migrantes a la vez que afirma que ha sido la misión más difícil afrontada hasta ahora.

Pasada la medianoche terminaban de desembarcar los migrantes. En el mismo muelle se les realizaba una revisión médica y eran trasladados a un centro de acogida de Lampedusa. En dirección a esta isla continúa su trayecto el Audaz, el buque de la Armada Española que partió poco antes de que la Fiscalía Italiana pusiera fin a esta situación. En principio, con el objetivo de traer a España a los migrantes que en el reparto europeo le correspondan.