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La Policía abre una nueva vía de investigación a un nuevo sospechoso por el suicidio de la empleada de Iveco. El hombre que presuntamente difundió los vídeos sexuales, detonante del suicidio de Verónica, podría trabajar en la misma empresa.

Su expareja se entregó voluntariamente a la Guardia Civil de Mejorada del Campo para demostrar que él no había tenido nada que ver con la difusión del vídeo por Whatsapp. Dejó su móvil a disposición de la Jefatura Superior de Policía, encargada de la investigación. Aunque lo hizo empujado por la presión social, en pocas horas después quedaba en libertad sin cargos.

Ahora se sabe que podrían ser más de un vídeo. Y las pesquisas se centran en otra persona que también mantuvo una relación sentimental con la fallecida y que además, trabaja también en la empresa Iveco.

El material audiovisual compartido en las últimas semanas en grupos de 200 a 300 empleados de la fábrica es el mismo que se difundió hace 5 años. La víctima logró frenar su difusión entonces, pero no en la actualidad.