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El expresidente de BBVA, Francisco González, ha asegurado que pensó que podía parar la salida a Bolsa de Bankia al negarse de forma "implacable" a participar en la operación, yendo así "en contra del poder político y de instituciones muy relevantes".

Así lo ha señalado González durante su declaración en calidad de testigo en el juicio que investiga la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011 que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares de Madrid. "Pensábamos que BBVA era muy relevante y el no estar en la operación podía influir para que todo se parara, pero al final no nos hicieron caso", ha indicado ante la sección cuarta de la sala de lo penal.

Contra Zapatero y el Banco de España

González ha cargado contra el Banco de España y el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero por "no querer afrontar" los problemas de Bankia, con origen en sus cajas, e impulsar su salida a bolsa, decisión que "no es dolo" sino un error fruto de la circunstancia política.

En calidad de testigo en el juicio por el debut bursátil de Bankia, González ha criticado con dureza que "en España se dijera que el sistema financiero iba bien" cuando la crisis mundial comenzó a intensificarse en 2008, y ha reprobado al organismo regulador por incentivar fusiones, como la que dio origen al grupo BFA, de "cajas buenas con cajas malas para sacar cajas peores".

Al respecto, se ha referido al impacto que supuso juntar Caja Madrid, entidad con problemas que "empezaba a quebrarse", con Bancaja, cuya incorporación al proceso de integración -al que acudieron otras cinco cajas más pequeñas- "es el final, lo que pone a Bankia en una situación súper complicada".

La culpa de Fernández Ordóñez

González ha culpado de ello al Banco de España del entonces gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez, organismo al que advirtió en 2009 de que "había que hacer algo" y que, sin embargo, pretendió "ganar tiempo" con estas fusiones, y dar "la sensación de que todo iba bien, y todo no iba bien".

De ahí, ha insinuado, que el ministro de Economía del Ejecutivo entrante, Luis de Guindos, no citara a ningún representante del regulador a las "famosas cenas" a las que también acudieron los presidentes en la época del Santander, Emilio Botín; CaixaBank, Isidro Fainé, y el de BFA-Bankia, Rodrigo Rato.

En estos encuentros, los cinco compartieron sus inquietudes sobre el panorama económico, pero también sobre Bankia "que era el tema que preocupaba a todo el mundo" y que necesitaba, según cálculos de BBVA, entre 15.000 y 20.000 millones de euros, frente a los 7.000 que demandaba Rato.

"La entidad natural que debe decir estas cosas es el Banco de España, pero no estaba en esa reunión. Cada uno que haga ya su juicio de valor", ha apostillado González, que ha admitido que en la última cita, celebrada el 6 de mayo de 2012, le recomendó a Rato que abandonara su cargo.

Le aconsejó a Rato dimitir

"Personalmente le dije que lo mejor era que dimitiera porque no iba a poder conseguir los 15.000-20.000 millones de capital, sólo 7.000", ha señalado el expresidente de honor del BBVA, que en su presentación ante la sala ha indicado al tribunal que conoció a Rato cuando éste fue vicepresidente económico del Gobierno y González fue nombrado al frente de Argentaria.

Sobre Rato, ha recordado que Botín también se inclinó por la dimisión de su competidor, a lo que el "ministro asintió", y ha aseverado que se sorprendió del desembarco en la presidencia de Bankia de José Ignacio Goirigolzarri, que aunque "es un buen banquero y podía ser un buen candidato", había rechazado incorporarse antes como consejero delegado de la entidad.

Impulsado por el Gobierno

Entre 2001 y 2009 Goirigolzarri fue consejero delegado de BBVA con Francisco González. La recta final de su corta declaración, apenas hora y media, ha girado en torno al tema central del caso, el debut bursátil de Bankia de julio de 2011, del cual ha afirmado que "fue impulsado por el Gobierno", con Elena Salgado al frente del Ministerio de Economía.

El entonces subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, se puso en contacto con el BBVA: "Llamó a mi consejero delegado", pero "fuimos implacables y dijimos no. No podemos entrar en una salida a bolsa de tal magnitud en la que inversores institucionales extranjeros no están", ha desarrollado González.

Según su versión, se opuso a que el BBVA participara en la operación tanto para proteger a sus clientes como para tratar de frenarla influyendo en el resto del mercado.

Para González, "estaba claro que eso no valía nada", en referencia al salto al parqué por el que la Fiscalía Anticorrupción pide penas de hasta cinco años de cárcel por presunta estafa a inversores para los antiguos administradores de Bankia, Rodrigo Rato, José Luis Olivas, José Manuel Fernández Norniella y Francisco Verdú.