Uno de cada diez kilómetros de carreteras es "incompatible" con la seguridad por su estado deficiente
La Asociación Española de la Carretera estima que se necesitarían unos 7.500 millones de euros para ponerlas al día
Uno de cada diez kilómetros de la red viaria presenta un estado "muy deficiente", esto es, "incompatible con una movilidad segura y medioambientalmente sostenible, una movilidad verde", según ha asegurado el presidente de la Asociación Española de la Carretera (AEC), Francisco Lazcano, que ha presentado este martes los resultados del Informe sobre Necesidades de Inversión en Conservación Viaria 2019-2020, elaborado por la asociación.
Para el informe, la asociación ha analizado, durante la segunda mitad de 2019 tanto en la red de vías del Estado como en las gestionadas por las comunidades autónomas y las diputaciones, 3.000 tramos de carreteras, 3 millones de metros cuadrados de pavimento, 3.000 señales verticales de código, 900 kilómetros de marcas viales, 200 kilómetros de barreras metálicas y 20.000 elementos de balizamiento.
De los 100.000 kilómetros de carreteras representados en la muestra de la AEC, un total de 10.000 presentan deterioros graves en más del 50% de la superficie del pavimento. Roderas, grietas en las rodadas, agrietamientos gruesos y deformaciones son los daños más frecuentes. "La situación es de preocupación, en esta última inspección, en 2019, hemos visto un empeoramiento de la Red de carreteras del Estado y más leve de la red de carreteras de las comunidades autónomas y las diputaciones forales", ha alertado la subdirectora general técnica, Elena de la Peña, que ha calificado como "deficiente".
Según el informe, las carreteras españolas registran un déficit de conservación y mantenimiento estimado en unos 7.500 millones de euros, importe un 5,7% superior al estimado dos años antes. Este descenso de inversión hace que la red de carreteras en España se acerque al "nivel rojo", es decir, "muy deficiente", cuando en 2001 era "aceptable".
Según el análisis, solo han mejorado respecto al año anterior las vías de La Rioja y Asturias, mientras que en una situación estable se encuentran las de Galicia y Andalucía. El resto de carreteras han sufrido un empeoramiento en 2019.
Con respecto a la señalización vertical, se mantiene en valores muy similares a los de la auditoría realizada en 2017. En el caso de la red estatal, la señalización vertical ha logrado mejorar su puntuación en dos décimas, lo suficiente para conseguir el primer aprobado desde elaño 2001.
Dos décimas también diferencian las calificaciones obtenidas por las señales de las vías autonómicas en 2017 y 2019, pero en este caso a la baja, lo que perpetúa a este equipamiento en la franja del suspenso, en la que se ha mantenido durante los últimos 20 años.
El informe de la AEC revela que, actualmente, es necesario renovar 104.000 señales de código en la Red del Estado, de las cuales 75.000 superan la edad de siete años (periodo de garantía otorgado por los fabricantes para las láminas retrorreflectantes), lo que se traduce en que, si bien durante el día la señal se muestra en un estado de conservación adecuado, por la noche su visibilidad no está garantizada, al haber caducado el material retrorreflectante.
Y en la Red Autonómica es preciso cambiar 270.000 señales. En este caso, la investigación cifra en 195.000 las señales cuyo material retrorreflectante ha superado la fecha de uso recomendada por el fabricante. Así, la asociación destaca que deberían renovarse un total de 374.000 señales verticales.
Tras cuatro años consecutivos al alza, tal y como reflejan las auditorías de la AEC de 2015 y 2017, las marcas viales registran un empeoramiento significativo de su estado en la inspección de 2019. Así y aunque se mantienen en el aprobado, la calificación media nacional baja de 5,9 a 5,4 (siendo 0 la peor puntuación y 10 la mejor). La Red del Estado aprueba con un 6,2 y las vías regionales obtienen un 5,1. Pese a ello, ambas redes acusan una caída de cinco décimas con respecto a las calificaciones obtenidas en 2017, un dato que "podría significar el inicio del cambio de tendencia en cuanto al estado de conservación de la señalización horizontal", según advierte la asociación.
El informe concluye que deberían repintarse las marcas viales de 38.500 kilómetros de carreteras en España, un total de 4.500 kilómetros en el caso de la Red del Estado, y de 34.000 kilómetros en las vías autonómicas y de las diputaciones forales.
En lo que respeta a las barreras metálicas, experimentan una tímida mejora, si bien el examen de la AEC las suspende una vez más, afianzándose en el "deficiente" tanto en las carreteras estatales (con un 4,5) como en las autonómicas y forales (4,4). No obstante, tanto en uno como en otro caso se aprecia una sensible mejora, con una subida en las calificaciones de 2 y 3 décimas, respectivamente.
De todos los elementos analizados, ha sido tradicionalmente el balizamiento el que ha presentado un estado más saludable en ambas redes. Pese a ello, en 2019, los hitos de arista, captafaros, paneles direccionales y balizas de las carreteras autonómicas han experimentado un descenso relevante en sus habituales buenas calificaciones, con una pérdida de seis décimas y pasando de una nota de 6,7 a un 6,1.
La otra cara de la moneda la representa la red a cargo del Estado, cuyos elementos de balizamiento, tan importantes para la seguridad y comodidad de la circulación, recuperan el terreno perdido en 2017 y pasan de un 6,8 a un 7,2.
Incremento de 25 millones de toneladas de CO2 por el déficit de mantenimiento
Tal y como sostiene el informe, el déficit de mantenimiento en las carreteras españolas ha contribuido a aumentar las emisiones por el tráfico en unas "25 millones de toneladas de CO2 en una década". "Un volumen de emisiones que seguirá aumentado si no se revierte la situación", ha advertido Lazcano.
El informe detecta la necesidad de destinar otros 93 millones a renovar señales (270.000 señales de la red autonómica y 104.000 de la red estatal) y 76 millones más para repintar las marcas viales en 38.500 kilómetros de la red.
El presidente de la asociación ha recordado que ya hace dos años advirtió de que, "en caso de no acometer actuaciones urgentes, en 2021 sería necesario reconstruir buena parte de la red". "Nuestras recomendaciones confirman un escenario muy negativo, que se acentúa como consecuencia de la situación económica actual", ha lamentado.
Para la asociación, la solución para atajar este déficit de conservación pasa por definir un modelo de financiación para estas infraestructuras. Un modelo que, en su opinión, pasa por contar con tres fuentes de financiación, como son los presupuestos públicos, los fondos europeos, pero también el pago de un peaje por parte de los usuarios.
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