Así se limpian los grafitis de los trenes de Cercanías de Madrid
Apenas tardan unos minutos en dejar lo que llaman su huella artística, pero limpiarlos cuesta mucho más en tiempo y en dinero.
Renfe sufrió el año pasado más de 4.000 actos de sabotaje de grafiteros a sus trenes, principalmente Cercanías. Para su limpieza, tuvieron que destinar en toda España 15 millones de euros que acaban pagando todos los ciudadanos.
Cuanto detectan la pintada sobre un tren, Renfe opta por la retirada de la unidad y empiezan las labores de limpieza.
Limpieza difícil
Monos, guantes, botas y pantallas de protección facial forman parte de un equipamiento imprescindible para los operarios de limpieza. Los colores más persistentes y difíciles de quitar son el rojo y el azul. A veces, incluso, tras la limpieza, queda mal y se opta por el repintado del convoy.
Unos 40 metros cuadrados de grafiti ocupan tres jornadas de trabajo de tres empleados. Y el coste es de cerca de 15.000 euros.
Cuatro millones en Metro y Cercanías
A lo largo del año pasado, Renfe gastó 3 millones de euros en la limpieza de los trenes madrileños de Cercanías.
En Metro, durante el mismo periodo, limpió 20.000 metros cuadrados de grafitis en 1.559 vagones. Su limpieza costó algo más de un millón de euros.
Simultáneamente, han aumentado las causas judiciales contra sus autores y sus acciones cada vez más violentas y organizadas, sobre todo durante los fines de semana.
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