Las mascarillas casi se han convertido en un complemento de moda más. Las hay para niños, para mayores y de todos los estilos.
Coloridas, discretas, personalizadas y sobre todo seguras. La mayoría son de tela y se recomienda ponerlas encima de las quirúrgicas o un filtro.
No hay escaparates en las que no las vean. Floreadas, de superhéroes o de corazones. “Me las compro a juego con la ropa” asegura una clienta.
Entre cincuenta y cien lavados
Lavadas, aguantan entre cincuenta y cien lavados. Algunas vienen con camiseta a juego por veinte euros.
Son higiénicas y protegen a los demás, pero muchas no evitan el contagio a quien las lleva, aunque algunos modelos incluso incluyen filtro o sirven como funda para cubrir las que compramos en las farmacias.
Pocas incorporan capas de filtrado de partículas y carbono de uso militar. Las que lo hacen filtran el 99,6% de las partículas, bacterias, virus y contaminación del aire .
Lunares o colores, cuestión de gustos. Las mascarillas han venido para imponer la moda de 2020.
