Desde este mes de enero, comprar un automóvil sale más caro. El motivo: el impuesto de emisiones contaminantes. Panorama un tanto sombrío para el sector que empieza 2021 haciendo balance del año anterior: un 2020 en el que las matriculaciones han bajado un 32%; con descensos aún más pronunciados en la compra de vehículos para alquiler.
Ha sido un año catastrófico, según los representantes del sector. En un concesionario de Alcorcón apenas han vendido en 2020 unos 600 automóviles. Un 30% menos que el año anterior.
Ventas marcadas por la necesidad, según señala Marcial Gutiérrez, director gerente del concesionario Peugeot Mabusa, quien subraya que se han vendido sobre todo coches entre 16 y 25.000 euros, la mayoría de gasolina.
Sin coches de alquiler por la falta de turistas
La crisis económica y social derivada de la pandemia ha pasado factura a las matriculaciones que acumulan dos años de descensos consecutivos. En 2020 se vendieron un poco más de 851.000 unidades, lo que supone un 32% de retroceso, apunta Raúl Morales, portavoz de Faconauto.
Ha caído sobre todo el canal de alquiler de vehículos por la crisis del turismo. En diciembre se animaron algo las ventas por matriculaciones y para adelantar las compras y evitar pagar más por el impuesto de matriculación. La crisis del coronavirus ha llevado al mercado a niveles del 2014 y este año 2021 se plantea complicado.