La mitad de los 'menas' abandona los centros porque no se sienten protegidos
La mitad de los menores extranjeros no acompañados ('menas') abandonan los centros en los que deberían recibir protección porque nadie les confirma si van a tener papeles antes de cumplir los 18 años o porque se pasan los días sin hacer nada, denuncia Unicef.
"Los niños quieren estudiar, hacer algo, y les genera mucha frustración no hacer nada, sienten que pierden los mejores años de su vida; cuando son escolarizados también tienen problemas porque no hay refuerzo y muchos de ellos pasan seis horas en clase sin enterarse de nada", explica una de las investigadoras del informe de Unicef.
Tras la visita a 15 centros de menores de Andalucía, Ceuta y Melilla el informe describe una gran variedad de situaciones, pero en la mayoría de los centros hay saturación y en algunos, define su situación como de "riesgo". "Cuando un niño llega a un puerto español está previsto llevarlo a un centro de protección de la infancia, pero al descender al día a día vemos que hay problemas, hay déficit que está generando desprotección y generando que los niños sean más vulnerables de lo que son", ha lamentado la investigadora.
Unicef constata que hay niños que viven en la calle, sometidos a riesgo de explotación sexual y otros abusos. "Es un problema muy el tema de las drogas y otras adicciones; normalmente en los centros son conscientes del problema, pero no hay plazas en recursos especializados y también hay saturación de otros sistemas como el de salud mental", indica.
Algunos niños más pequeños que comparten habitación con otros de 16 ó 17 años describen la ansiedad y el miedo que les produce, personal insuficiente y sin la cualificación adecuada para atenderles, hay retrasos en la escolarización y cada vez menos actividades educativas, añade la investigadora.
6.063 niños no acompañados han llegado por mar
España se ha convertido en la primera puerta a Europa de personas migrantes, con más de 65.300 llegadas en 2018; de ellas, 6.063 son niños no acompañados que han llegado por mar (2.345 en 2017 y 588 en 2016), lo que significa un incremento de 150 % en los últimos dos años.
El informe también constata las diferencias entre centros y reclama un plan común, con normas iguales y coordinación entre comunidades autónomas. Entre otras inquietudes, censura las devoluciones automáticas de menores de edad, fallos en la identificación de la edad y retraso de los trámites de permiso de tutela y de residencia, lo que provoca que algunos jóvenes lleguen a la mayoría de edad y todavía no tienen resuelta su situación legal.
De los 13.012 menas que están en el sistema de protección, la mayoría son de Marruecos (8.470 niños y 371 niñas), seguido de los menores de Guinea (984 niños y 118 niñas), Argelia (639 niños y 42 niñas), de mali 568 niños y 12 niñas), entre otras nacionalidades.
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