Las fusiones bancarias han provocado el cierre de sucursales y en muchos pueblos se han quedado sin el único banco que tenían. Desde 2008 han desaparecido la mitad de los cajeros que había en nuestro país.
El Banco de España considera que la vulnerabilidad de la población en el acceso al efectivo es baja en “gran parte” del territorio español, pero advirtió de que existen aproximadamente 1,3 millones de ciudadanos que se encuentran en una situación “que puede considerarse vulnerable” tras los cierres de sucursales bancarias.
Dicha cifra equivale a un 3% de la población, según detalla en un informe publicado por el organismo este miércoles, donde explica que la infraestructura tradicional de acceso al efectivo en España es “amplia” y tiene una cobertura “generalizada”, pero necesita impulsar soluciones alternativas para garantizar el acceso al efectivo ante la “previsible” reducción de oficinas y cajeros automáticos derivada del “incremento de la digitalización y la búsqueda de una mayor eficiencia por parte de las entidades de crédito”.
Esta conclusión se divulga en un periodo de consolidación dentro del sector financiero, “que ha intensificado una situación cuyo punto de partida ya era menos favorable”. En los últimos meses, diferentes entidades apostaron por fusionar sus estructuras para garantizar la viabilidad económica de su negocio, lo que dio lugar a una serie de sinergias que concluyeron con la presentación de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y el cierre de sucursales.
En este contexto, alrededor de 340.000 personas o el 0,7% del total de población viven en municipios con una vulnerabilidad alta, considerados como tal porque carecen de puntos tradicionales de acceso al efectivo, la distancia media al cajero más próximo es de 9,4 kilómetros, la población mayor de 60 años supera el 40% del total y la renta disponible está por debajo de la media nacional. En líneas generales, son municipios con una población media de 400 habitantes.
Entre las localidades con este riesgo figurarían las provincias castellanoleonesas de Zamora, donde el 18,7% de la población se encontraría en dicha situación de alta vulnerabilidad; Ávila (13,6%), Salamanca (10,6%) y Palencia (9,1%).
A esa cifra de 340.000 ciudadanos se sumarían otro millón, que residen en municipios con una vulnerabilidad considerada como media por el organismo en su acceso al dinero en efectivo. Son municipios que cuentan con 0,6 puntos de acceso al efectivo por cada 1.000 habitantes, la distancia media al cajero más próximo es de 3 kilómetros, el porcentaje de población mayor de 60 años supera el 35% del total y la renta disponible está por debajo de la media nacional. El tamaño medio de estos municipios es, aproximadamente, de 1.700 habitantes.
En la otra cara de la moneda, Baleares cuenta con la mayor cobertura de acceso a efectivo (con un grado de vulnerabilidad muy bajo en el 99,8% de la población), seguida de Madrid y Barcelona, con el 99,3% y 98,6%, respectivamente. La mejor cobertura la tendrían, sin embargo, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla ya que los autores del informe sostienen que el 100% de sus habitantes tiene un acceso adecuado a infraestructuras dispensadoras de ‘cash’.