La auxiliar del Hospital de Alcalá: "El 'ángel de la muerte' no ha matado a nadie"
Visto para sentencia en juicio contra Beatriz, acusada de matar a dos pacientes, en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, inyectándoles aire en las venas
Beatriz L.D., acusada de asesinar a dos pacientes del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, ha defendido con voz firme y sin romperse su inocencia en su última palabra, recalcando que "Beatriz, alias el ángel de la muerte", como se le ha apodado, "no ha matado a nadie", sino que ha dado "vida y paz a sus pacientes". El juicio contra la acusada ha quedado visto para sentencia tras seis sesiones.
El Jurado Popular tiene ahora el plazo de 72 horas para determinar si inyectó o no aire en el cuerpo de sus víctimas.
El fiscal mantiene la solicitud de 40 años de cárcel por dos delitos de asesinato consumado, mientras que las acusaciones incluyen una tentativa de asesinato y elevan la petición a prisión permanente revisable ante la vulnerabilidad de las afectadas. Las dos víctimas mortales tenían 86 y 92 años.
En la última sesión, la vista oral ha dado un giro por completo al modificar el fiscal y las acusaciones su relato de los hechos antes las dudas de si la procesada uso jeringuillas o una máquina de oxígeno para dar muerte a sus víctimas. La causa de la muerte fue una embolia gaseosa masiva que no pudo ser accidental.
La defensa ha hecho uso de esta "duda razonable" para plantear más culpables, incluso apuntando a una posible "mala praxis" en el servicio de enfermería por el mal uso de utensilios y la hipótesis de que alguien pudo meter aire a los cadáveres. "Solo se investigó a mi clienta porque se pensaba que el hecho se cometió con jeringuillas, lo que descartaba al resto de personas. El uso de oxígeno abre la posibilidad a otros culpables", ha aseverado.
"Nunca se me ha pasado por la cabeza matar a nadie"
Antes de quedar visto para sentencia, López Doncel ha querido usar su derecho a la última palabra y ha empleado varios minutos en defender su inocencia. En primer lugar, ha manifestado que está "totalmente de acuerdo" con su letrado en el hecho de que por ser la última persona que entró en la habitación 528 --donde se produjo la muerte de agosto de 2017-- tenga que ser automáticamente la culpable del fallecimiento. "El hecho de que pasara la última no quiere decir que la matara. Nunca se me ha pasado por la cabeza matar a nadie. Me gusta dar vida, no quitarla", ha reseñado indicando a continuación que la baja que tuvo por la agresión de un paciente está acreditada en alusión a las palabras del fiscal acerca de que la lesión que tuvo en un dedo no está probada medicamente.
Además, ha preguntado al Jurado que le implica a ella matar a estas dos personas cuando tiene su hogar, su hija y su familia. "Yo tengo culpa alguna. Mi conciencia está tranquila y mi corazón limpia. Mantengo que soy inocente", ha remachado.
En cambio, el fiscal ha aseverado en su informe de conclusiones que los datos destruyen la presunción de inocencia de la encausada, ya que no puede haber una homicida "alternativa". "La única que tuvo la oportunidad de hacerlo fue la acusada y alguien lo hizo", ha subrayado el representante fiscal, quien sostiene que la prueba fundamental es el visionado de las cámaras que la grabaron las horas previas a la muerte de la víctima que falleció el 2 de agosto de 2017.
Sobre la víctima de 2015, ha reseñado que "necesariamente tiene que ser Beatriz" por la manera en la que se produjo y al ser "la única que coincide con ella".
También ha reprochado a la acusada que se valiera de la indefensión de las víctimas por su avanzada edad con el fin de "asegurarse de que nadie se iba a poder defender".
Asimismo, ha recalcado que aunque no se sabe ciertamente por qué lo hizo, se sospecha que pudo ser por ser "una persona que piensa que la eutanasia tiene que legalizarse". "Para ella era una muerte dulce y esa pudo ser su motivación. Ella quiso decidir su muerte. Le pido al Jurado que no contemple el indulto porque en los hospitales no pueda haber gente que decida por la muerte", ha aseverado.
De igual modo, las acusaciones han insistido en que solo pudo ser ella la que cometió los asesinatos.
En cambio, la defensa ha planteado varias hipótesis que exculparían a su clienta como el hecho de que pudo haber "mala praxis" en el servicio de enfermería en cuanto al uso de utensilios y otra enfermera.
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