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El hermano de una de las víctimas mortales de la presunta homicida del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares ha exhibido en el juicio que se celebra contra Beatriz López Doncel una fotografía que realizó a su familiar en los pasillos de la quinta planta que muestra que el día de su muerte "estaba bien", recalcando que los médicos le comentaron que iba a ser dada de alta al día siguiente.

"Mi hermana no ha padecido fiebre en su vida"

"Mi hermana no ha padecido fiebre en su vida", ha aseverado de forma rotunda durante su declaración en la segunda sesión de la vista oral, una versión opuesta a la que mantiene la auxiliar de enfermería que atendió a la víctima antes de morir.

La acusada, que cumple prisión desde entonces, se enfrenta a una petición fiscal de 40 años de cárcel por dos delitos de asesinato consumado. Las acusaciones particulares suman a la acusación un delito de tentativa de asesinato de 2013 y reclaman Prisión Permanente Revisable.

Los hechos se produjeron entre 2015 y 2017 en el Hospital de Alcalá, donde la procesada trabajaba como auxiliar de enfermería al cuidado sanitario de los pacientes de la quinta planta.

Según el fiscal, la acusada inyectó con una jeringuilla aire en el catéter de una de las vías venosas de dos ancianas, de 86 y 92 años.

"Un palo muy gordo"

El testigo ha relatado que su hermana ingresó en el hospital en junio de 2017 por una infección que no se podía tratar en la residencia en la que vivía al ser una persona dependiente. Su compañera de habitación era una mujer con sedación.

"El 2 de agosto, la saqué a pasear para que moviera las piernas y no estuviera encamada. A las 11.23 horas tengo una foto de ella en los pasillos del hospital donde coincide con el medico, que le felicita y le dice que le darían el alta al día siguiente", ha relatado exhibiendo la imagen al tribunal y al jurado.

Ese día se fue a las 13.40 horas tras darle la comida. Al rato, le llamaron para informarle de su muerte por fallo multiorgánico. A la hora le comentaron que se le iba a hacer un escáner ante indicios de que la muerte pudo no haber sido natural, un extremo que confirmó la prueba médica al concluir que tuvo que ser violenta.

"Fue un palo muy gordo. No estaba para morirse y hay muchas fotografías que lo demuestran"

El hermano de Consuelo ha señalado que ha sufrido depresión y que aún sueña a menudo con su hermana. "Sabía que iba a morir y que Dios la cogiera en su seno sin sufrimiento. Fue un palo muy gordo. No estaba para morirse y hay muchas fotografías que lo demuestran", ha recalcado.

Aire en la vena aorta

También ha comparecido una doctora que realizó el escáner a Consuelo tras fallecer, indicando que se produjo "una embolia gaseosa masiva" que no pudo ser casual por aire en las venas y burbujas en la aorta. "Vimos un caso similar en años anteriores", en alusión a la muerte que se produjo en 2015 y que es objeto de este procedimiento.

La médico forense ha explicado al Jurado Popular un informe proyectado en las pantallas de la Sala que muestran el aire que tenía el corazón de la víctima, su cráneo, el tórax y en otras zonas vitales. Las imágenes ratifican que el aire entró por las venas de "cualquiera de los dos brazos" o del cuello.

En su declaración, la procesada manifestó en el juicio que "no sería capaz de quitarle la vida a nadie", recalcando que se "dejó la piel" en el hospital cuidando a las personas y criticando que se le acuse de algo "horrible" sin tener prueba alguna.

La defensa de la acusada adelantó el primer día del juicio que pedirá al final del juicio la libre absolución de su clienta, dado que entiende que no hay pruebas concluyentes contra ella. El Jurado deberá determinar si inyectó o no el aire en el catéter de la vía venosa.