Con poco más de un año de vida, el 3 de agosto Aroa se cayó por la ventana de su casa, desde un segundo piso en la calle Sáhara 85 de Villaverde.
Los vecinos fueron los que avisaron a los servicios de emergencias. Su madre, Belkis, entró en shock. Los sanitarios estabilizaron a la niña de 16 meses de edad y la trasladaron al 12 de Octubre con pronóstico muy grave.
Diez días más tarde Aroa, camina por la calle como si nada hubiera pasado. Todo ha quedado en un susto. Un accidente, un descuido, que pudo costarle la vida.
Su madre agradece esta segunda oportunidad que se les ofrece y promete no separarse de ella.