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El confinamiento nos pasará factura también en la figura. Los expertos estiman que se producirá un incremento medio del 5% en el peso de los niños y adolescentes tras el confinamiento por el coronavirus.

Pero no sólo ellos, porque todos vamos a engordar. Encerrados, sedentarios y entretenidos con la repostería es evidente que cuando salgamos del confinamiento tendremos algún kilo que otro más y si éste dura un poco más, serán bastantes kilos de más.

Locura por los bizcochos

Un dato que confirma esta locura colectiva por los bizcochos para matar el tiempo y el hambre que ha disparado el consumo de harina hasta un 113 por ciento. Ante esta realidad, los nutricionistas nos dan un toque de atención. Por ejemplo, Pablo Ojeda, quien aconseja echar mano de las frutas y si están ya cortadas mucho mejor.

Pero es difícil evitar el asalto a la nevera que muchas veces se produce por aburrimiento, según la psicóloga Nerea Malo.

Grasa en los niños

El caso es que la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) estima un incremento medio cercano al 5 por ciento en el peso de los niños y adolescentes tras el confinamiento por el coronavirus. Así, calculan que puede haberse incrementado en al menos 1 kilo de grasa el peso medio de la población infantil española en el último mes.

"La situación actual de confinamiento ha cambiado de manera importante el estilo de vida, la actividad escolar, la actividad social y, con frecuencia, los hábitos alimentarios, todo ello con un impacto directo sobre la salud. Los niños y los jóvenes tienen un riesgo especialmente elevado de modificar negativamente su alimentación durante el periodo de confinamiento debido a la actual pandemia de coronavirus", advierten en un comunicado.

Impacto sobre la salud

El vicepresidente de SEEDO y que trabaja en el Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol, Diego Bellido, ha alertado "la población infantil y juvenil es especialmente vulnerable, por no ser habitualmente consciente de la gran repercusión que ganar peso y adquirir malos hábitos puede tener sobre su salud futura tanto física como mental".

De hecho, y aunque todavía no se dispone de datos acerca del impacto de esta pandemia sobre la obesidad infantil, las previsiones de los expertos no son muy halagüeñas.

Se basan, sobre todo, en estudios previos que evidencian un incremento del peso corporal de los niños durante el periodo de vacaciones estival en un año convencional, atribuible a los cambios que se producen en verano en comparación a los hábitos durante el curso escolar. Por tanto, como indica Bellido, "es esperable que se produzca, al menos, una situación similar".

Depende de la duración

En cualquier caso, como afirma el de SEEDO y jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga), Francisco Tinahones, "el impacto va a ser diferente en función de la duración total del confinamiento absoluto y de la duración e intensidad en la que se realice el proceso hasta la normalización de la situación".