Las lluvias de los últimos días y las altas temperaturas han disparado la cantidad de polen en el ambiente. Y también la especie de pelusa que sueltan algunos árboles muy habituales en Madrid. Todo eso se nota especialmente en los paseos autorizados durante el estado de alarma por el coronavirus.
De igual manera que el polen, las alergias se disparan y quienes las padecen sufren para hacer deporte estos días en las horas permitidas para ello.
Masa africana
Al polen se une la entrada de una masa de aire africano y ambos están complicando la actividad física al aire libre de los madrileños con alergias o con problemas respiratorios, a pesar de que la calidad del aire sigue siendo buena o muy buena.
Según la Red Palinocam de la Comunidad de Madrid, este lunes registraron altos niveles de polen de gramíneas, con 109 granos por metro cúbico de aire. También niveles altos de polen de olivo, con 137 granos de olivo; y niveles muy alto de polen de plantago, con 226 granos por metro cúbico de aire.
Calles y parques de Madrid
Este mes comienza la temporada de polen del árbol del olivo, del herbáceo del plantago y de las gramíneas, esta última una familia de plantas con espigas que en los núcleos urbanos puede encontrarse en parques, arriates, calles, descampados y otros lugares de Madrid.
Los efectos en salud de niveles elevados de polen y partículas varían en función de la sensibilidad individual. Además, en personas con enfermedades alérgicas y respiratorias, pueden agravar y aumentar la frecuencia de las crisis respiratorias y asmáticas.
Protección para salir al exterior
Por tanto la Red regional recomienda a los afectados que tomen la medicación prescrita y reduzcan la exposición ambiental, utilizando barreras protectoras, colirios, gotas, gafas y mascarillas cuando salga al exterior.
Los datos se han recogido de las estación medidora de Las Rozas, ya que el resto están cerradas por el estado de alerta. Por el momento, no se pueden realizar los boletines diarios de predicción de niveles de polen de gramíneas y olivo como es habitual en los meses de mayo y junio, pues no se tiene información suficiente de los captadores para realizarlas y está cerrada la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, donde se analizan las muestras aerobiológicas.