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Las imágenes de la extrema violencia desatada por los autodenominados antifascistas el pasado jueves en Girona y Terrasa han provocado que el presidente de la Generalitat catalana, Quim Torra, lance un ultimátum contra su propio consejero de Interior, Miquel Buch. Le da cuatro días para que haga cambios en la Consejería por las cargas de los Mossos d´Esquadra. Entre los muchos heridos, una diputada de la CUP.

Los Mossos cargaron contra grupos de radicales en Girona y Terrasa (Barcelona) durante protestas contra manifestaciones de Vox por el aniversario de la Constitución.

La CUP ha pedido ceses y Torra pone contra las cuerdas a su consejero de Interior. El próximo domingo habrá una reunión entre ambos y, si no actúa Mikel Buch, lo hará el propio presidente, que ha dicho desde Eslovenia que prevé cambios. Los sindicatos policiales se defienden y denuncian que están utilizándolos políticamente.

Dice la CUP que no se puede tolerar la violencia contra este movimiento antifascista, estos que tiran las vallas contra los Mossos. Unos disturbios en los que resultó herida una de sus diputadas María Sirvent. Y de nuevo exigen a Torra dimisiones.

El consejero de Interior, contra los Mossos

Ha surtido efecto, porque el president le ha dado cuatro días a su consejero para que haga cambios. Eso primero, luego le ha convocado a una reunión este domingo. Pero por la reacción de Buch, el mensaje parece haber calado.

El consejero de Interior de la Generalitat ha admitido que en las cargas de los Mossos d'Esquadra contra una manifestación en Gerona y Tarrasa que protestaba contra otra de Vox hay algunas imágenes "que no se acaban de ajustar a los principios que corresponden a una policía democrática" y ha avisado de que "no le temblará el pulso" si algún agente se extralimitó.

Indignación en los Mossos

Palabras que no han sentado bien a los Mossos y han provocado su indignación, según ha expresado Toni Castejón, portavoz del sindicato de los Mossos. Tienen claro cuál es la razón de que ayer su actuación fuera proporcionada y hoy no.

Torra no controla la situación

El presidente del PP, Pablo Casado, ha exigido al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que "frene" la "kale borroka independentista" que, según ha dicho, se está produciendo en Cataluña con la aplicación de un nuevo artículo 155 de la Constitución. A su entender, Cataluña está "completamente fuera de sí" y el Gobierno de Quim Torra "no controla la situación".

Casado ha criticado que en Cataluña "ni siquiera respetan a los Mossos" y la situación "no da más de sí". Por eso, ha demandado a Sánchez "aplicar de una vez" el 155 en Cataluña tomando "el control" de la policía autonómica, los medios de comunicación públicos y la educación.

"El debate no es si los Mossos actúan con proporcionalidad o el conseller les apoya o Torra apoya al conseller. Que no nos enreden. El debate es si se está garantizando en una comunidad autónoma española que se cumpla la ley”.

Arrimadas ve "inadmisible" la actitud de Torra

También la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha defendido la actuación de los Mossos. Ha alertado de que es "inadmisible" que el presidente catalán, Quim Torra, "criminalice e impida" a los Mossos d'Esquadra realizar su trabajo.

"Inadmisible. Después de las tremendas imágenes de los violentos CDR a los que anima a 'apretar', a Torra solo se le ocurre criminalizar e impedir a los Mossos que realicen su trabajo en condiciones".

Comandos radicales separatistas

Por su parte, la senadora de Ciudadanos y diputada en el Parlamento de Cataluña, Lorena Roldán, ha criticado que Torra, "se escandalice" ante las cargas de los Mossos d'Esquadra cuando previamente él había instado a los independentistas a "apretar" en las calles.

Roldán ha afirmado que "los comandos radicales separatistas tenían la misión de boicotear cualquier homenaje a la Constitución" que se llevase a cabo en Cataluña "y así lo hicieron". "Es evidente que el señor Torra llama a apretar a los comandos separatistas y ellos obedecen".

Iceta muestra su apoyo a los Mossos

El líder del PSC, Miquel Iceta, ha expresado su apoyo al cuerpo de Mossos d'Esquadra y ve "irresponsable" dudar de su profesionalidad a la hora de garantizar la seguridad ciudadana. “Es especialmente irresponsable, y más cuando lo hace el propio Govern", sin pruebas ni investigación previa”.

Ha señalado que la Consejería de Interior tiene instrumentos para evaluar las actuaciones policiales y ha considerado que calificar a los Mossos de policía no democrática y pedir dimisiones, como ha dicho que hacen el consejero Miquel Buch y el presidente catalán, Quim Torra, es "una barbaridad impropia de quien tiene tan alta responsabilidad".