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El objetivo del estudio publicado por la revista The Lancet es evitar 11 millones de muertes prematuras al año y proteger el medio ambiente. Alimentar a una población creciente que pretende alcanzar las 10.000 millones de personas en 2025 con una dieta saludable y sostenible será imposible sin transformar los hábitos alimenticios, mejorar la producción de alimentos y reducir el desperdicio de comida. Para todo ello es necesario que el consumo global de carne roja y azúcar baje en un 50% y el de nueces, frutas, verduras y legumbres se duplique.

Ésta es una de las sugerencias lanzadas por un grupo de 37 expertos de 16 países aglutinados en la Comisión EAT-Lancet y especialistas en áreas como salud, nutrición o sostenibilidad ambiental. Indican que esa dieta saludable requerirá de "un cambio significativo" en el patrón dietético, de manera que un 35% de las calorías deben provenir de granos enteros y tubérculos, y las fuentes de proteínas tienen que proceder principalmente de las plantas, con 14 gramos de carne roja diaria y 500 gramos diarios de verduras y frutas.

3.000 millones de personas desnutridas

Los expertos urgen a esa transformación del sistema alimentario mundial porque más de 3.000 millones de personas están desnutridas y la producción de comida supera los límites del planeta por la utilización excesiva de fertilizantes con nitrógeno y fósforo y a cambios insostenibles en el uso del agua y la tierra.

"La comida que comemos y cómo la producimos determina la salud de las personas y el planeta"

"La comida que comemos y cómo la producimos determina la salud de las personas y el planeta, y actualmente estamos cometiendo un grave error", asegura Tim Lang, de la Universidad de Londres y uno de los miembros de la Comisión EAT-Lancet.

Los países de América del Norte consumen casi 6,5 veces la cantidad recomendada de carne roja, mientras que los del sur de Asia comen sólo la mitad de la cantidad recomendada. Todos los países consumen más vegetales con almidón (patatas y yuca) de lo recomendado, con ingestas que varían entre 1,5 veces más que la aconsejada en el sur de Asia y 7,5 veces en el África subsahariana.

"Las dietas del mundo deben cambiar drásticamente. Más de 800 millones de personas no tienen suficientes alimentos, mientras que muchas más consumen una dieta poco saludable que contribuye a la muerte y la enfermedad prematuras", subraya Walter Willett, de la Universidad de Harvard.

Alimentación sostenible

Desde mediados de la década de 1950, el ritmo y la escala del cambio ambiental han crecido de manera exponencial. La producción de alimentos es la mayor fuente de degradación ambiental. Para ser sostenible se requerirá de la descarbonización de la producción agrícola mediante la eliminación del uso de combustibles fósiles y la pérdida de CO2 en el uso de la tierra en la agricultura.

Concretamente, los autores señalan que las emisiones de gases de efecto invernadero que no son CO2 deben mantenerse entre 4,7 y 5,4 gigatoneladas en 2050, lo que supone que la descarbonización del sistema energético mundial tiene que acelerarse.