Es un hito en la aviación. Las personas con discapacidad pueden obtener ya la licencia para pilotar planeadores y ultraligeros. Han demostrado que, con tesón, las barreras se pueden romper.
Telemadrid ha estado en un velero con Carlos de Albert, piloto de Sillas Voladoras, un piloto excepcional en una modalidad de vuelo libre que exige mucha pericia y que hasta ahora estaba vetada a personas con discapacidad como él. "No podíamos volar", dice.
Hoy su paraplejia ya no es un problema para poder alzar el vuelo. Ha sido el final de una batalla que ha librado la asociación Sillas Voladoras, aunque la guerra para romper las barreras de la discapacidad en la aviación continúa.
Hoy, Sillas Voladoras cuenta con 5 pilotos y ofrece incluso la experiencia inolvidable, por ejemplo, de volar en un avión de la Segunda Guerra Mundial. Porque para ellos volar es mucho más que llevar un avíón.