Recta final en el juicio de los espías. Hoy hemos escuchado las conclusiones de las partes. Las acusaciones insisten en que ha quedado probado que los acusados incurrieron en un delito de malversación, mientras que las defensas y la Fiscalía insisten, en que las pruebas fueron manipuladas y no ve probado el espionaje a rivales de Aguirre en el Partido Popular.
La fiscal ha pedido hoy en el juicio del caso espías la absolución para los seis acusados de realizar en 2008 seguimientos a cargos políticos del PP enfrentados dentro del propio partido con la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, al considerar que no han sido probados.
Así lo ha solicitado la fiscal en la vista que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid en la que la acusación ejercida por el PSOE ha reclamado cuatro años de cárcel para el exdirector de Seguridad de la Comunidad de Madrid Sergio Gamón, tres para el exsubdirector Miguel Castaño y dos para los otros cuatro acusados, tres guardias civiles y un técnico de la Administración regional.
El abogado de la Comunidad ha pedido diversas penas de multa para los acusados por delito de malversación de fondos públicos para fines ajenos a su función al estimar acreditados los seguimientos que ha calificado de "desvergüenza total" y ha pedido al jurado un "veredicto duro".
Para la fiscal, sin embargo, "no hay ninguna prueba" ni de que los acusados cometieran tal malversación ni dicho espionaje entre marzo y mayo de 2008 a políticos del PP como el exvcepresidente de la Comunidad de Madrid Alfredo Prada y el exvicealcalde madrileño Manuel Cobo.
Mientras tanto, Ramón González Bosch, abogado de tres acusados ha alegado este lunes en la vista que este caso es "un juicio político entre PSOE y el PP" en el que "como en todas las guerras no mueren los generales, sino los soldados".
Enrique Molina, abogado de Gamón y Castaño, ha pedido la absolución de ambos por la nulidad de la prueba obtenida en este procedimiento y por no haberse acreditado tal espionaje.