Este miércoles ha comenzado el juicio por la venta de más de 1.800 viviendas de la Empresa Municipal de Vivienda de Madrid a fondos de inversión. Un proceso en el que, en su día, el Tribunal de Cuentas exoneró a la exalcaldesa Ana Botella y a su equipo.
Tras ser suspendido ayer, Hoy se ha escuchado a uno de los acusados, responsable de la Empresa Municipal de la Vivienda, en el momento de la venta de los pisos. El exconsejero delegado de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo de Madrid (EMVS), Fermín Oslé, ha asegurado este miércoles durante la primera jornada del juicio que la operación era “imprescindible” por la situación económica por la que pasaba la entidad pública en aquel momento.
Contar con intermediarios
“Cuando me incorporo a la EMVS, la empresa pierde 26 millones de euros. Por muchos esfuerzos que se hicieron para mejorar esta situación, la gente renunciaba a las compras de vivienda protegida porque los bancos les ofrecían mejores condiciones”, ha respondido a preguntas de la defensa de la acusación particular.
Por ello, ha alegado que planteó al consejo de administración de la EMVS “la posibilidad de contar con intermediarios financieros para llegar mejor a los interesados”. Ha explicado que se optó por un procedimiento privado de concurrencia competitiva conforme a la Ley de Contratos del Sector Público entre distintos fondos inmobiliarios, “que no requería de mesa de contratación” y para garantizar “que participase el mayor número posible” ya que la empresa “necesitaba dinero a corto plazo”.