Más de 20.000 personas en Buñol han protagonizado la tradicional tomatina. 145 toneladas de tomates han servido de munición para una guerra sin cuartel que ha teñido de rojo las calles.
En esta pequeña localidad del interior de Valencia, de unos 10.000 habitantes, se ha celebrado la famosa tomatina, que este año cumple su 74 edición.
En este municipio valenciano apenas un 2% de su población se dedica a la agricultura. De hecho, no cultiva tomates, pero cada 28 de agosto hablamos de la tomatina. Esta fiesta en la que los 145.000 kilos tomate variedad ‘pera roma’ y ‘supermadura’, procedente del municipio castellonense de La Llosa, acaba convirtiéndose en objeto arrojadizo para uso y disfrute de una fiesta peculiar.
Televisiones americanas, inglesas y australianas califican la fiesta de cultura española, y difunden hoy imágenes que salpican las pantallas sin mancharnos de gente que disfruta sin complejos de esta fiesta del tomate.
A pie de calle han vigilado unos 200 efectivos de seguridad que todo fuera con normalidad y sin incidencias, además también había instalados puntos violeta para atender posibles problemas de acoso.