La tormenta caída sobre Madrid en la tarde noche de ayer lunes obligó a desviar hacia otros aeropuertos españoles un total de 26 vuelos que se dirigían a Barajas, aunque el aeropuerto madrileño siguió operativo y "en ningún momento se cerró ni hubo instalaciones inundadas".
Según fuentes aeroportuarias, la mayoría de los vuelos desviados mientras duró la tormenta se dirigieron a Barcelona, Valencia y Alicante.
En cuanto a los retrasos, explican que en situaciones de fuertes lluvias "hay que espaciar los vuelos por seguridad", tanto los despegues desde Madrid como las salidas de vuelos desde otros orígenes, para que no confluyan a su llegada varios aviones mientras siga la tormenta.
En toda la región, la tromba de agua registrada este lunes provocó 169 intervenciones de los bomberos de la Comunidad de Madrid y otras 150 de los bomberos municipales, desde las 16 horas hasta las diez de la noche, sin que se registraran daños personales.