Vídeo: REDACCION | Foto:Telemadrid
(Actualizado

El 40 aniversario de la intentona golpista del 23-F llega en un momento político delicado, con tiranteces en el seno del gobierno de coalición. Una efeméride que empieza con una mañana espléndida en Madrid.

En el Congreso se dan los últimos retoques, mientras se van colocando sus señorías se abren las Puertas de los leones, por las que saldrán el presidente del Gobierno, las presidentas del Congreso y del Senado, y los presidente del Tribunal Supremo y del Constitucional.

En tiempo de pandemia, apenas un grupo de personas en la Carrera de San Jerónimo para esperar al rey. Sus vítores se oyen mientras don Felipe les saluda y se vuelve para saludar a los pocos que allí están. A las puertas de Congreso con las distancias bien marcadas entran. Los saludos son mano en el corazón.

De allí a pasos perdidos, sentados escuchan las palabras de la presidenta Meritxell Batet. Entre ellos, dos padres de la constitución. Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón. Cuando termina faltan algunos aplausos. Los del Pablo Iglesias y parte de su grupo.

Turno para el rey, que se agacha y coloca su propia esponjilla en el micro. Cuando termina don Felipe, para él tampoco hay aplausos ni del vicepresidente segundo ni de Unidas Podemos.