Los daños son incalculables y la desolación es total. Así han despertado un día más los vecinos de Tafalla, que siguen limpiando al tiempo que evalúan los daños tras la devastadora riada del lunes en la que murió un hombre.
Tras dos días después de las lluvias torrenciales que inundaron la ciudad navarra de Tafalla, la ciudad sigue con un paisaje bastante diferente a lo normal, ya que aún se puedan ver coches amontonados en las calles. Por ello, el Ayuntamiento ha solicitado la declaración de zona catastrófica por lo ocurrido.
A pesar del paisaje los vecinos de la localidad se han volcado en las labores de limpieza y de desescombro en bares, negocios y casas particulares en un intento de volver a la normalidad y poder seguir con sus vidas.
En Tafalla encontramos bares que intentan salvar la vajilla a manguerazos, “se lo ha llevado el agua todo, no queda nada”, por ello intentan salvar lo poco que les queda. Los más jóvenes y los menos afectados ayudan a los comerciantes y a particulares a liberarse del barro o a amontonar enseres para cuando venga el perito.
Aun así las perdidas en los negocios y en las casas particulares o lo coches destrozados por las calles dejan una vista aérea desoladora. Por ello piden que se declare zona catastrófica y que haya medidas compensatorias como también estudiar rebajas en los impuestos a los afectados por las inundaciones.