Los vecinos del 102 vuelven a sus casas una semana después de la explosión en la calle Toledo
Los primeros policías en llegar al lugar relatan que parecía un escenario de guerra con escombros, humo y gente gritando
Los vecinos del bloque de viviendas del número 102 de la calle Toledo, en el centro de Madrid, podrán volver esta misma tarde a sus viviendas al estar “garantizada la habitabilidad y seguridad” del edificio. Así lo ha garantizado, una semana después de la explosión en el número 98 de esta misma calle, el delegado de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, Mariano Fuentes, quien informó de que los dos últimos pisos, la planta sexta y séptima del edificio siniestrado, ya se han desmontado casi por completo.
Ha explicado Fuentes que las obras de adecuación del número 102 se encuentran terminadas, por lo que se dará el permiso para que las viviendas vuelvan a ser habitadas, después de que se hayan “los tapados de huecos y la mejora de la cubierta”.
Apunta que lo importante no es solo la demolición de la estructura del edificio, sino también cómo se está recogiendo todo el escombro generado, ya que “no se quiere generar un sobrepeso a la estructura”.
Investigación y vuelta al cole
Los trabajaos continúan en la zona y aún no se puede transitar por la misma. El colegio La Salle La Paloma, colindante al edificio de Madrid que voló por los aires, no podrá reanudar la actividad presencial antes del 8 de febrero, ya que está previsto que continúen al menos hasta ese día los trabajos de desmontaje del inmueble siniestrado.
Mientras, un Juzgado de Plaza de Castilla será el que investigue las causas del siniestro en el que murieron cuatro personas.
Tres policías llegaron los primeros
Hugo, José Luis y Pedro, policías nacionales, no olvidarán la devastación que causó la explosión de gas en el edificio parroquial, según han relatado en el programa Buenos Días Madrid de Telemadrid. Patrullan juntos desde hace dos años y pertenecen a la Brigada de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Arganzuela, a la que volvían cuando les sorprendió la explosión.
Fueron de los primeros policías en llegar y creyeron que se trataba de una bomba. Aseguran que en esos primeros instantes había gente corriendo y personas grabando las imágenes con sus teléfonos móviles. Todas rodeadas de polvo y cascotes. Lo primero que hicieron fue desalojar la zona para asegurar el lugar y atender a los heridos que estaban en el suelo.
Rápidamente, se dirigieron a la residencia de mayores Los Nogales La Paloma, situada junto al edificio que reventó por la explosión de gas. Mientras evacuaban con seguridad a los mayores de la residencia, una deflagración les pilló en el interior del inmueble. "Me lanzó contra la pared y cuando me levanté, vi el esqueleto del edificio, sin pared", relata uno de estos agentes.
En ese momento pensaron que debían actuar con más celeridad, ya que las consecuencias de la explosión podrían ser mayores. Rescataron a una anciana que estaba en los pisos superiores aislada por coronavirus. "Daba igual la situación y la enfermedad, el objetivo era sacarla", afirman.
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