La gran tormenta sorprendió a varios aviones que se disponían a aterrizar en ese momento Barajas. Once litros por metro cuadrado cayeron en la zona del aeropuerto entre las 21:30 y las 23 horas. Fue necesario desviar ocho vuelos.
Protocolo de los controladores aéreos
A partir de las 8 de la tarde, cuando se aproximaban las tormentas en Madrid, los controladores aéreos de ENAIRE empiezan a activar un protocolo de emergencia. Hay que evitar a toda costa aterrizajes de riesgo en Barajas. Fueron desviados a aeropuertos alternativos: Barcelona, Málaga, Zaragoza o Alicante. También se controla que otros vuelos procedentes de Europa no despeguen hacia Barajas. Una hora y media de mucha tensión pero con el final adecuado. La mayoría de los vuelos desviados pudieron regresar a Barajas una vez pasó la tormenta.