'Aquaman y el reino perdido', Warner estrena la última película de su saga de superhéroes

Jason Momoa regresa cinco años después para interpretar a Aquaman, el superhéore creado en 1941, que salta por segunda vez de la viñeta a la pecera y con pocas similitudes con el dibujo original.

"Me siento identificado, no le aceptan ni aquí ni allí", afirma el actor de orígenes nativos hawaianos y criado en Iowa.

El actor nacido en Hawaii (su nombre entero es Joseph Jason Namakaeha Momoa) ha subido como la espuma desde que apareciera en 'Juego de Tronos' interpretando al dothraki Khal Drogo, y Warner supo aprovecharlo.

Junto a él volveremos a encontrar otros ilustres nombres del cine norteamericano como Amber Head, Nicole Kidman o Ben Affleck, que vuelven a ponerse en manos del director James Wan.

El actor principal ha manifestado su gusto por este tipo de papeles. "Siempre he querido hacer películas de acción, es como ser un niño grande en el patio causando problemas", ha dicho.

Momoa, ha insistido además en que la nueva entrega contiene más humor que la primera, que se destacó inusualmente divertida en el mundo a menudo oscuro de las películas inspiradas en DC Comics.

UNA ALIANZA IMPROBABLE

La trama retoma el final de la primera parte cuando Black Manta no consigue derrotar a Aquaman.

Manta, todavía impulsado por la necesidad de vengar la muerte de su padre, no se detendrá ante nada para derrotar a Aquaman de una vez por todas.

Esta vez Black Manta es más formidable que nunca y ejerce el poder del mítico Tridente Negro, que desata una fuerza antigua y malévola.

Para derrotarlo, Aquaman recurrirá a su hermano encarcelado Orm, el ex rey de la Atlántida, para forjar una alianza improbable.

Juntos, deben dejar de lado sus diferencias para proteger su reino y salvar a la familia de Aquaman, y al mundo, de una destrucción irreversible.