El jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, y autoproclamado presidente encargado del país, dijo este miércoles que más de 5.000 breves protestas se desarrollaron "en rechazo a la crisis" que atraviesa el país y para reclamar el "cese de la usurpación" que, dicen, hace Nicolás Maduro de la Presidencia.
Estas protestas hacen parte de la presión que ejerce el antichavismo sobre Maduro para instarle a apartarse del poder y que así cese la "usurpación" que, aseguran, hace de la Presidencia, después de haber jurado hace 20 días un nuevo término de 6 años que consideran "ilegítimo".
Mientras Maduro se resiste. Pasaría por convocar unas nuevas elecciones legislativas, pero las presidenciales, las que le podrían sacar del poder, que asegura no se celebrarán hasta 2025.
"El presidente Donald Trump habló hoy con el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, para felicitarle por su histórica asunción de la Presidencia y reiterar su contundente respaldo en la lucha de Venezuela por recuperar su democracia", indicó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en un comunicado.
Mientras, Rusia hace cada vez hace más explícito su apoyo al chavismo. Maduro anuncia mas armas para la población civil afín al constituir nuevas milicias con decenas de miles de integrantes con al excusa de una intervención extranjera.
Este jueves el Parlamento Europeo votará una resolución en la que reconocerá a Guaidó como presidente de Venezuela.
España considera que la "única salida" para la crisis en Venezuela es la convocatoria de unas elecciones presidenciales que se celebren con "garantías y supervisión de la comunidad internacional" y a las que puedan presentarse "todos los líderes políticos opositores". Así lo ha asegurado el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en su comparecencia ante la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso en la que también ha asegurado que España rechazará y está trabajando para "que no se produzca ninguna clase de solución militar, ni del exterior".
La mayoría de los partidos de la oposición han criticado la postura del Gobierno sobre la crisis de Venezuela, bien, en el caso de PP y Cs, por no haber reconocido ya a Juan Guaidó como presidente, o, como Unidos Podemos y ERC, por respaldar a unos "golpistas" y alentar el riesgo de guerra civil.