El COI presta ayuda a una velocista bielorrusa obligada por su país a abandonar Tokio

Un vídeo comenzó toda la polémica. Kristina Simanuskaya criticaba a su entrenador por incluirla en una carrera antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 para la que nunca entrenó. "¿Por qué deberíamos pagar por tus errores?", comentaba. A partir de ahí los acontecimientos se precipitaron.

Las autoridades deportivas de Bielorrusia obligaron a la atleta a que hiciera las maletas y regresara al país, impidiendo que participara en los 200 metros lisos.

Minutos después Kristsina Tsimanuskaia colgaba otro video. "Estoy pidiendo ayuda al Comité Olímpico Internacional, están tratando de sacarme del país sin mi consentimiento", decía la atleta.

Ya en el aeropuerto, solicitó a la PolicÍa japonesa protección, ya que estaba convencida de ser arrestada cuando llegara a Bielorrusia. La atleta logró pasar la noche en un hotel y por la mañana fue trasladada a la embajada de Polonia donde ha obtenido un visado humanitario.

El Comité Olímpico Bielorruso alegó que la decisión de que abandonara Tokio de urgencia fue por "estado emocional y psicológico. Un comité olímpico que preside Viktor Lukashenko, hijo del presidente bielorruso Aleksand Lukashenko.