Una juez de Cartagena ordena detener a un cirujano que operó a una mujer que falleció tras una lipoescultura
La titular del juzgado de instrucción número 2 de Cartagena ha acordado la busca, detención y puesta a disposición judicial del cirujano investigado por homicidio imprudente tras una denuncia de la familia de la mujer de 39 años fallecida después de someterse a una lipoescultura.
Según el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia, la magistrada de guardia explica que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia profesional grave recogido en el artículo 142.1 del Código Penal, "sin perjuicio de ulterior y mejor calificación jurídica definitiva".
Tras la recepción en el juzgado de la denuncia, se acordó una comparecencia de las partes y se citó al denunciado en calidad de investigado. Pero el oficio policial da cuenta este martes de que no ha podido ser localizado para entregarle la citación.
Por eso, sin que la instructora tenga "el convencimiento fundado de que comparecerá en sede judicial a la vista de los antecedentes" y la información recabada por los agentes en diferentes comunicaciones con su entorno, da orden de detenerlo "para valorar si ha intentado eludir la acción de la justicia".
La familia, representada por la asociación el Defensor del Paciente, había solicitado medidas cautelares urgentes, entre ellas que se le apartara de la profesión y se le retirara el pasaporte chileno.
La mujer se sometió a una cirugía estética el pasado 2 de diciembre en una clínica privada de Cartagena, pero murió el pasado sábado en la unidad de cuidados intensivos del hospital público Santa Lucía, en esa misma ciudad, por las múltiples perforaciones y lesiones en el riñón, el hígado, el duodeno, el colon y el intestino tras la lipoescultura.
La familia de la fallecida, natural de Alcantarilla, ya había denunciado las lesiones por negligencia médica a la fiscalía y una vez que tuvo el resultado de la autopsia denunció al cirujano por homicidio por imprudencia ante el juzgado de guardia.
La intervención, contratada en la clínica Galena, de Murcia, duró cinco horas, tras las que se informó a la familia de que todo había ido bien, pero que había perdido líquidos y sangre, por lo que estaban estabilizándola, ya que costaba mantenerle la tensión, por lo que tenía que estar mas tiempo en el quirófano.
Más tarde se decidió trasladarla al hospital público de referencia en la ciudad portuaria, donde entró en urgencias con shock hipovolémico en situación de extrema gravedad.
En el parte médico de la operación reparadora de urgencia que se le hizo se habla de "necrosis de la pared abdominal, peritonitis, absceso con contenido intestinal, disección de todo el retroperitoneo derecho e izquierdo con exposición de ambos músculos psoasiliacos y congestión gastrointestinal con múltiples perforaciones", entre otras lesiones.
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