Colombia se sumó a Bolivia y Venezuela en el grupo de países de América Latina que decidieron romper relaciones diplomáticas con Israel, marcando así un punto de inflexión en las relaciones políticas y comerciales en la región, donde la Argentina de Javier Milei representa el extremo opuesto.
Esta resolución -anunciada el lunes por el presidente de Colombia, Gustavo Petro- puede tener profundas repercusiones económicas, influir en los acuerdos comerciales y reconfigurar las alianzas políticas en América Latina.
Las relaciones económicas con Israel también pueden verse afectadas, ya que Israel es un socio comercial significativo y fuente de tecnología avanzada, especialmente en áreas como la agricultura y la ciberseguridad.
América Latina no tiene una postura unánime en relación con Israel y con el conflicto en Oriente Medio. Las políticas y posturas de los países de la región varían significativamente según factores políticos internos, históricos y diplomáticos.