Desayunar y cenar temprano podría reducir el riesgo cardiovascular
Un estudio cifra el riesgo en un 6% por hora de retraso: quien desayuna a las 09.00 tiene un 6% más de probabilidades que quien lo hace a las 08.00
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo
Un estudio realizado por un equipo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación "la Caixa", el INRAE, el Inserm y la Université Sorbonne Paris Nord, ha revelado que no solo lo que comemos, sino también la hora a la que lo hacemos podría influir en nuestro riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Este estudio, realizado sobre una muestra de 103.389 participantes (el 79% de los cuales eran mujeres, con una edad media de 42 años) a los que se realizó seguimiento entre 2009 y 2022, sugiere que comer tarde la primera o la última comida se asocia a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
También muestra que un ayuno nocturno de mayor duración se asocia a un menor riesgo de enfermedades cerebrovasculares como el ictus.
EL HORARIO Y EL RITMO, FACTORES DETERMINANTES
Los resultados muestran que realizar la primera comida más tarde en el día (como cuando se salta el desayuno), se asocia a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, con un aumento del 6% del riesgo por hora de retraso.
Por ejemplo, una persona que come por primera vez a las nueve de la mañana tiene un 6% más de probabilidades de desarrollar una enfermedad cardiovascular que otra que come a las ocho.
En cuanto a la última comida del día, comer tarde (después de las 9 de la noche) se asocia a un aumento del 28% del riesgo de padecer enfermedades cerebrovasculares, como el ictus, en comparación con comer antes de las 8 de la noche, sobre todo en las mujeres.
Por último, una mayor duración del ayuno nocturno -el tiempo transcurrido entre la última comida del día y la primera del día siguiente- se asocia a un menor riesgo de enfermedad cerebrovascular, lo que respalda la idea de realizar la primera y la última comida del día más temprano.
Los expertos sugieren que adoptar el hábito de hacer la primera y la última comida más temprano con un periodo más largo de ayuno nocturno podría ayudar a prevenir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo según el estudio Global Burden of Disease , con 18,6 millones de muertes anuales en 2019, de las cuales alrededor de 7,9 son atribuibles a la dieta.
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