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El Tribunal Supremo ha avalado la prisión permanente revisable para los asesinatos de menores cuya muerte se produjo con alevosía, por lo que impone esta pena a los dos condenados -madre y padrastro- por la muerte de un niño de 2 años, estrangulado en Elche (Alicante) en septiembre de 2018.

El Pleno de la Sala de lo Penal ha acordado por mayoría de 12 a 4 votos estimar el recurso de la acusación particular, al que se había adherido la Fiscalía, contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Valencia que había anulado la condena por prisión permanente que sí había impuesto en origen la Audiencia de Alicante.

La Sala ha avanzado el fallo de la sentencia, ponencia de la magistrada Susana Polo, a la que han votado en contra los magistrados Leopoldo Puente, Antonio del Moral, Andrés Martínez Arrieta y Andrés Palomo.

'Non bis in idem'

El tema a tratar en este caso por el Pleno versaba sobre la aplicación de la prisión permanente revisable a quien asesina a un menor cuando la pena por este crimen (asesinato) ya recoge la alevosía y teniendo en cuenta que el Código Penal establece que la prisión permanente se aplicará a los asesinatos de menores sin más detalles.

Todo ello para determinar si se vulnera o no el principio jurídico del 'non bis in idem', que es la prohibición de ser juzgado y condenado dos veces por el mismo hecho y que ha sobrevolado en algunas sentencias del Supremo, cuando ha abordado la prisión permanente, pena que recientemente avaló el Constitucional.

A falta de conocer el contenido de la sentencia, el Supremo ha revocado la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Valencia confirmando así su propia jurisprudencia que hace compatible la prisión permanente revisable con la muerte alevosa de un niño.

La Audiencia de Alicante condenó a prisión permanente revisable a la pareja acusada de asesinar en 2018 al niño, hijo de la procesada.

Tanto la madre del menor como su compañero sentimental fueron condenados como autores de un delito de asesinato con agravante de parentesco y de un delito de malos tratos habituales con agravante de alevosía.

El Tribunal Supremo establece que no está amparado pegar a un hijo para corregirle

Pero el Tribunal Superior de Valencia revocó esta pena "extrema" y sustituyó la prisión permanente por 23 años de cárcel a cada uno de los condenados: 20 por asesinato y tres por los malos tratos habituales.

Los hechos ocurrieron en el domicilio familiar, en la ciudad de Elche, donde la pareja residía junto al menor. El 13 de septiembre de 2018, el hombre propinó una nueva paliza al niño, concretamente bofetadas y puñetazos y llegó incluso a estamparlo contra alguna superficie antes de oprimirle el cuello con tanta intensidad que le impidió respirar y le hizo perder la consciencia.

La madre, que estaba en la vivienda mientras se producía la agresión, "lo consintió, no haciendo nada para proteger al menor e impedirlo", aunque al darse cuenta de la gravedad del niño, lo trasladaron al Hospital del Baix Vinalopó, donde falleció el 17 de septiembre.

La autopsia determinó que la causa principal del fallecimiento fue una encefalopatía anóxica por estrangulamiento, aunque los médicos acreditaron las diferentes lesiones que presentaba el cuerpo del pequeño, como hematomas, eritemas o fracturas, por el maltrato habitual.