El presidente de Castilla-La Mancha y secretario general de los socialistas de esta región, Emiliano García-Page, ha respondido a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que "la camiseta del PSOE es la de la libertad" y no "la de fuerza" que "impone" el expresidente catalán Carles Puigdemont.
De este modo se ha pronunciado García-Page en la inauguración del foro de El Confidencial 'Castilla-La Mancha, destino inversor', que alberga Toledo, donde ha lamentado que "se está poniendo de moda" contestar a argumentos políticos con "ofensas o insinuaciones un tanto ofensivas".
"La camiseta del PSOE, y eso lo aprendí de niño, no es una camisa de fuerza, sino de libertad, donde además se pueden decir las cosas con el ánimo de mejorar. Es más, lucho por que Puigdemont no le termine de colocar una camisa de fuerza a todas las instituciones del Estado", ha explicado el presidente castellanomanchego, que ha añadido que "la única camiseta" que tiene es la de su tierra, Castilla-La Mancha.
En este sentido, ha reivindicado que como "persona concienciada políticamente", siempre ha tenido "una sola camiseta, desde mucho antes de los que ahora las reparten". "Siempre he tenido la misma camiseta, y además he defendido la camiseta hasta el punto de conseguir siempre algún que otro trofeo", ha añadido.
Page responde así a Montero después de que instara a Page a saber "cuál es su camiseta" y que no se alegrase cuando el PSOE pierde unas elecciones porque "no las ganó" el expresidente catalán Carles Puigdemont. Tras la derrota de los socialistas en Galicia, el presidente manchego afirmó que se alegraba del resultado porque "no ha ganado Puigdemont", refiriéndose a los nacionalistas del BNG.
Después de lamentar que se "esté poniendo de moda" que le "insulten" y que se conteste a argumentos políticos con "ofensas o con insinuaciones un tanto ofensivas", el también secretario de los socialistas castellanomanchegos ha alertado que uno de los problemas que tiene el país "es el frentismo y el populismo que, a modo de placebo, intenta dar solución a los problemas".
Por este motivo, ha insistido en que los que tienen "como punto de encuentro la Constitución española", deberían tener claro que, a raíz de la profunda crisis surgida en 2007, se ha sustituido un "bipartidismo imperfecto por una lucha de bloques que es mucho más fratricida, que impide el diálogo entre unos y otros por el simple hecho de que no te dejan las compañías".
En esta línea ha abundado en que el PSOE, en sí mismo no es un partido ni populista ni frentista, que ha capitalizado y ha querido vertebrar siempre con grandes consensos y grandes mayorías, "pero en la misma medida en que las compañías te tiran fuera del perímetro, te erradican o intentan hacerlo, cunde la imposibilidad de acuerdos en el terreno de juego, en la parte central, donde la gente se junta, que son las plazas públicas", ha reprobado.
Tras condenar que España se esté acostumbrado a vivir con esa "dolencia" en su salud política, ha alertado de que esto "no se puede hacer crónico" y ha pedido "dar la batalla a ese frentismo que incuba y al mismo tiempo se alimenta de un populismo enormemente barato".
"Es dramático, porque el populismo además ha cogido tintes transversales y se ha colado incluso dentro de los propios partidos políticos", ha señalado García-Page, que ha reclamado "ánimo crítico y saludable para combatirlo, si lo queremos curar".
No obstante, ha dicho "ser optimista", pues, según ha recordado, España ha pasado por situaciones "enormemente dramáticas en su etapa democrática" y , sin tener los grandes elementos naturales que otros países, es hoy es "una de las grandes potencias del mundo".
"Viniendo de donde venía, hace escasamente unas décadas, no estábamos ni en la Unión Europea y para muchos estábamos en Marruecos, no hoy precisamente", ha concluido, en alusión al viaje oficial que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha iniciado este miércoles al país vecino.