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El novillero toledano Guillermo García Pulido, que cortó tres orejas y salió a hombros, logró un rotundo triunfo en el festejo que cerró hoy la feria madrileña de Valdemorillo, donde se lidió un completo encierro de Conde de Mayalde.

El éxito de este destacado alumno de la escuela José Cubero 'Yiyo' se basó en un sólido valor y en el firme aplomo con que se asentó en la arena para enganchar y llevar largas y muy toreadas las arrancadas de sus dos novillos, que fueron, además, los "menos buenos" del notable sexteto.

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De hecho, el peor fue su primero, pues, aunque sin malas ideas, siempre se quiso quedar corto y no se empleó ante los engaños, pero García Pulido se confió pronto con él y acabó por sacarle pases con mucha autoridad para cortarle así la primera oreja.

Pero el auténtico golpe lo dio con el quinto, al que abrió faena con una tanda de derechazos de rodillas en los medios, donde continuó haciendo un toreo muy sólido, manejando con sinceridad y poder a un astado manejable y sin excesiva entrega.

La autoridad de Pulido fue rotunda y evidente, sobre todo toreando al natural, y siempre dominando la escena y al novillo, hasta rematar la obra con otra gran tanda de derechazos con las dos rodillas en tierra y una fulminante estocada en la suerte de recibir.

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También hubo sendas orejas para sus compañeros de cartel, que, aún así, tuvieron lotes para poder cortar alguna más, pues esos cuatro novillos, en mayor o menor medida, derrocharon clase en unas profundas y claras arrancadas que no siempre fueron bien aprovechadas.

Víctor Hernández pegó muchos pases a los suyos, aunque más que ligarlos los acumuló mecánicamente, sin pausas ni espacios, correcto en la técnica pero falto de un punto mayor de pasión y regusto, aparte de su innegable voluntad.

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También fue notable el lote de Sergio Rodríguez, sobre todo el tercero, que mostró una suprema calidad ante los engaños del novillero abulense, que no acabó de concretar sus buenas intenciones, más pendiente de componer estéticamente que de gobernar las embestidas.

Con el sexto, entre altibajos, tampoco llegó Rodríguez a concretar un trasteo mejor en lo accesorio que en lo fundamental.

FICHA DEL FESTEJO

Seis novillos de Conde de Mayalde, terciados y de finas hechuras, pero con aparato y más seriedad de cabezas. En conjunto, novillada de noble y muy buen juego, varios de ellos con clase y profundidad.Víctor Hernández, de lila y oro: cuatro pinchazos, media desprendida y descabello (silencio); media desprendida (oreja).

Guillermo García Pulido, de blanco y plata: estocada trasera desprendida (oreja); estocada recibiendo (dos orejas). Salió a hombros.

Sergio Rodríguez, de grana y oro: estocada desprendida (oreja con petición de la segunda); dos pinchazos y estocada (ovación).

Entre las cuadrillas, destacó Héctor Vicente picando al segundo; Juan Carlos Rey saludó en banderillas.Tercer y último festejo de la feria de San Blas y la Candelaria, con algo menos de media entrada (unos 2.000 espectadores) en los tendido del coso cubierto.