El Gobierno ha abierto este martes la puerta a la incorporación de un "relator" a la mesa de diálogo de los partidos con representación parlamentaria en Cataluña, lo que PP y Ciudadanos consideran una cesión más del presidente, Pedro Sánchez, a los independentistas en plena negociación presupuestaria.
A una semana de que empiecen a debatirse en el Congreso las enmiendas a la totalidad del proyecto presupuestario del Gobierno, la negociación política sobre la situación de Cataluña ha atraído este martes todas las miradas.
Por un lado, por el incierto futuro de los presupuestos de Pedro Sánchez, tras la enmienda a la totalidad presentada por ERC, y por otro, por las novedades que se han ido sucediendo durante la jornada, con la petición del Govern de una "figura notarial" en la mesa de partidos, dentro del marco de diálogo abierto en Cataluña.
El Gobierno ha protagonizado un movimiento imprevisto al abrir la puerta a un "relator" neutral y elegido de común acuerdo, según han señalado fuentes de Moncloa. La vicepresidenta, Carmen Calvo, ha precisado en el Senado que no se tratará de un mediador, sino de una figura que "pueda tomar nota" y "coordinar".
La portavoz del Govern, Elsa Artadi, ha asegurado este martes que la Generalitat avala la figura del "relator" que ha propuesto la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, como persona que pueda asistir y dar fe del contenido de una eventual mesa de diálogo sobre la situación de Cataluña. "El concepto de relator nos parece bien. Es evidente que lo recibimos como una buena noticia".
Que el Gobierno acepte la figura de un posible "coordinador" en el diálogo entre los partidos catalanes ha provocado una reacción muy similar en el Partido Popular y en Ciudadanos, ya que ambos ven en la idea una cesión al independentismo. Los populares han recurrido a un comunicado para denunciarlo, en tanto que el líder de la formación naranja, Albert Rivera, ha expresado su parecer en Twitter, donde ha escrito: "Sánchez vuelve a ceder ante los separatistas y acepta un ‘mediador’ para negociar privilegios con Torra".
Más allá de nuevas incorporaciones, el diálogo existe y lo está liderando la vicepresidenta, como ella misma ha recalcado en el Senado. Tras garantizar que el Gobierno no va a hacer "nada al margen de la Constitución", Calvo ha proclamado: "Si dialogar es un delito, soy culpable y espero mi condena".
Aumenta la tensión a medida que se acerca el debate de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos, proceso que ahora mismo tiene dos plazos: el viernes que viene a las 14.00 horas acabará el del registro de esas enmiendas y el miércoles de la semana próxima, hasta antes de la votación, terminará la opción de retirarlas.