Cinco crímenes, entre ellos el de la comerciante de la plaza de Tirso de Molina, múltiples sucesos de violencia machista, como el de la mujer a la que su pareja intentó matar con un taladro en el distrito de Villaverde, y reyertas entre bandas han escrito la crónica de un nuevo verano negro en la Comunidad de Madrid.
El apuñalamiento este fin de semana a un hombre en Usera, cuyo autor sigue en busca y captura, es la última reyerta, de las vividas este mes, desde la pelea multitudinaria en la glorieta de Marqués de Vadillo que se saldó con 13 detenidos.
Ante este repunte de la violencia, el consejero de Medio Ambiente e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, ha afirmado este lunes que desde el Gobierno regional están "preocupados" por el repunte de la delincuencia este verano en la región, por lo que ha pedido a la Delegación del Gobierno que mantenga "bien dotadas" de las plantillas de la Policía Nacional y Guardia Civil.
"Hemos visto el último balance que sacaba el Ministerio del Interior del primer semestre, con un aumento en Madrid del 1%. Entendemos que en Madrid se intentan limitar esos números por el esfuerzo que están haciendo las policías locales apoyando a las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado", ha indicado.
Además de pedir al delegado del Gobierno, Francisco Martín, que mantenga las plantillas policiales, Novillo ha insistido en que a la Comunidad le preocupa "que se van acumulando incrementos en la delincuencia, además con tipos delictivos muy preocupantes como las violaciones o las reyertas con el uso de navajas o armas de fuego".
"Entendemos que para la tranquilidad de todos los ciudadanos la seguridad es un elemento esencial que debería estar en la primera línea de la discusión política y de la acción del gobierno", ha apuntado el titular regional de Interior.