Vídeo: REDACCIÓN / EFE | Foto:Telemadrid
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El temor a que el Gobierno impulse una financiación especial para Cataluña ha unido este viernes en contra a barones del PP como los presidentes de Andalucía, Juanma Moreno, o Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y al presidente castellanomanchego, el socialista Emiliano García-Page.

Las reacciones se han precipitado después de que el jueves la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, adelantara que Cataluña debe tener "un tratamiento especial" en la reforma que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere impulsar en relación al modelo de financiación autonómica.

Algo que este viernes reclamaba el presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, que insistía en la necesidad de una financiación "singular", todo ello en medio de las negociaciones para elegir a su sucesor.

La secretaria general de ERC, Marta Rovira ha apuntado que la nueva financiación para Cataluña debe nacer de un acuerdo bilateral con el Gobierno del Estado.

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Esto al presidente socialista de Castilla – La Mancha, Emiliano García-Page le parece una "ofensa" para las demás regiones, un "privilegio" y no una "singularidad", algo que va contra de los valores progresistas y "un precio demasiado caro por mantener un puesto", de modo que no piensa consentirlo. "Solo faltaría que encima toda la fiesta independentista la terminemos pagando entre todos" ha declarado en Guadalajara.

En la misma línea, el PSOE de Extremadura ha advertido al Gobierno de España de que no va a permitir "chantajes" por parte de ninguna comunidad respecto al nuevo modelo de financiación autonómica ni que este sistema se use como "moneda de cambio", porque "los hechos o cuestiones singulares no pueden bajo ningún concepto suponer diferencias entre españoles y españolas".

Entre los presidentes del PP, el andaluz Juanma Moreno ha mostrado este viernes su rechazo a lo que considera un "nuevo ataque" a la solidaridad interterritorial y a la igualdad de los españoles y la "enésima" cesión al independentismo catalán.

Para la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, quiere así "comprar voluntades y elecciones" en Cataluña y se sitúa ya en un camino "a la ultraizquierda" y hacia "la descomposición", en el que "no tienen ningún límite".

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El aragonés Jorge Azcón ha asegurado que si la ley del amnistía rompe el principio de igualdad entre los españoles, una financiación singular para Cataluña rompe el de la solidaridad entre los territorios, y ha criticado que "las necesidades de Cataluña estén en función de las urgencias políticas del presidente del Gobierno y de la necesidad de unos votos".

El consejero de Economía, Hacienda y Fondos Europeos de Cantabria, Luis Ángel Agüeros, ha asegurado que su comunidad "atacará y combatirá jurídica y judicialmente" cualquier modificación que pueda realizarse del sistema de financiación autonómica "de manera parcial y que afecte a los intereses de los cántabros".

Y el portavoz del Govern balear, Antoni Costa, ha rechazado que pueda haber un modelo de financiación singular "ni para Cataluña ni para nadie" y ha defendido que el lugar para "abrir el melón" de la financiación autonómica es el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), como "foro de negociación multilateral".

El Gobierno intenta tranquilizar

Frente a las reacciones en contra incluso desde un responsable territorial socialista como es García-Page, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha tratado de explicar este viernes que el Gobierno está dispuesto a revisar la financiación autonómica, "pero para todas las comunidades autónomas, no para una en concreto”.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha avisado de que su formación estará "en frente" de un modelo de financiación autonómica que dé un tratamiento singular a Cataluña porque supondría una cesión del Gobierno ante sus socios independentistas que rompería la igualdad entre españoles.