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La polémica ha surgido por un video difundido en redes sociales en el que se ve a operarios del Ayuntamiento de Madrid disparando con carabinas a las cotorras del parque Fuente del Berro, un sistema autorizado por el Ayuntamiento de Madrid para "situaciones excepcionales".

El Ayuntamiento ha salido al paso de la polémica explicando que esta práctica forma parte del plan municipal que se puso en marcha en mayo para la reducción de la cotorra argentina.

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El Consistorio ha confirmado que el empleo de carabina de aire comprimido es "una actuación recogida en el plan para situaciones excepcionales y se ciñe a la autorización de la Comunidad de Madrid para reducir estas aves exóticas invasoras". El contrato suscrito establece el empleo de carabina "en circunstancias específicas y recintos acotados".

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Es el caso del parque de Fuente del Berro, han continuado las mismas fuentes, cerrado al público este jueves de 9 a 12 horas dado que allí "el uso de otros medios para reducir la población residual no era efectivo". El grueso de las operaciones se ha realizado y continuará llevándose a cabo con cañón 'lanzaredes' y red de libro.

El PACMA ha exigido explicaciones al delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, y al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, por el "brutal exterminio", para subrayar en un comunicado que "existen alternativas éticas porque la solución nunca es la muerte de animales" y ha reclamado "la paralización inmediata del letal plan de gestión de las cotorras".

CUESTIÓN DE SEGURIDAD

El Ayuntamiento de Madrid puso en marcha este plan "por motivos de seguridad y protección de la salud humana". La población de cotorra argentina ha aumentado un 85 por ciento desde el año 2015 y un 665 por ciento si se tiene como referencia el año 2005, recogen los datos del Consistorio, que incide en que son "vectores de transmisión de enfermedades y el peso que alcanza el nido sobre las ramas de los árboles ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos en caso de desprendimiento".

A eso unen "el número de quejas vecinales, que se ha incrementado un 136 por ciento desde 2018", siendo Latina, Usera y Carabanchel los distritos donde más número de reclamaciones se contabilizan.

También suponen "un riesgo para las especies autóctonas por su comportamiento invasor, que acaban desplazando a otras aves, como los gorriones".

Desde el Ayuntamiento han avanzado que la ciudad de Madrid será pionera en el desarrollo de un estudio sanitario sobre los ejemplares capturados.

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El problema de la sobrepoblación de estas aves afecta también a otros municipios de la Comunidad de Madrid como Alcorcón, Fuenlabrada o Getafe.