En el juicio del ‘procés’ este jueves ha sido el turno del entonces ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, quien ha defendido ante el Tribunal Supremo que los policías y guardias civiles enviados en un principio como "auxilio" de la policía catalana actuaron de forma "proporcional" durante la jornada del referéndum ilegal del 1-O, tras comprobarse a primera hora que muchos centros de votación no se habían cerrado y que no se habían desplegado agentes 'antidisturbios' de los Mossos d'Esquadra para cumplir con el mandato judicial de impedir la votación.
Durante su declaración como testigo en el juicio a los líderes del 'procés', Zoido se ha referido a los incidentes en la Consejería de Economía del 20 de septiembre como ejemplo de la "obstaculización en los registros" de grupos afines al independentismo, como ocurrió antes cuando se intervinieron papeletas y material electoral, lo que le llevó el día 22 a informar al entonces conseller de Interior, Joaquim Forn, de que enviarían refuerzos de la Policía y la Guardia Civil.
“Escudos humanos”
Durante el 1-O ha recordado que hubo "auténticos escudos humanos" para impedir que se requisara el material del referéndum. A preguntas de Vox ha reconocido que, tras aquel día, recibió informes que culpaban a "estructuras" organizadas afines al independentismo de montar lo que ha calificado como "resistencia activa organizada".
El abogado de la acusación le ha preguntado por quién lideraba esa estructura, pero el presidente del tribunal, el juez Manuel Marchena, ha impedido la respuesta al entenderla impertinente.
En su intervención, el exministro del PP se ha remitido a los operativos policiales reunidos durante el 1-O en la Delegación del Gobierno, donde estaba el secretario de Estado, José Antonio Nieto, y el coronel Diego Pérez de los Cobos, coordinador del dispositivo y alto cargo del Ministerio, además del comisario de los Mossos, Ferrán López y los jefes en Cataluña de Policía y Guardia Civil.
Confiaban en que los Mossos respondieran
Fueron los jefes policiales de cada cuerpo policial quienes decidieron el plan de actuación, según Zoido. El exministro ha dicho que no tuvo conocimiento exacto del dispositivo --"ningún ministro diseña dispositivos de seguridad"-- y ha revelado que se mantuvo la confianza en que los Mossos cumplirían con la orden de impedir el 1-O porque así lo transmitía el coronel Diego Pérez de los Cobos.
"Había dudas", ha reconocido Zoido. "Pero Pérez de los Cobos decía que al final cumplirían. Y aunque Trapero no, confiaba en que los Mossos respondieran", ha comentado. "Parece que el señor Trapero no era muy colaborador, no le gustaba estar coordinado por el señor Pérez de los Cobos y planteaba algunas reticencias, parece ser", ha enfatizado.
Alentaron un referéndum prohibido
El exministro ha dicho que fue informado por sus subordinados aunque no dio órdenes directas y ha reconocido que la resolución de la juez del TSJ Mercedes Armas del 27 de septiembre de 2017 era "más genérica" que la de Fiscalía a la hora de distribuir las competencias entre la policía catalana, Guardia Civil y Policía Nacional.
La abogada del Estado le ha preguntado por la referencia que hacía la juez Armas a preservar la normal convivencia. "La no normal convivencia ciudadana era la de las personas coordinadas para impedir la obligación legal de las Fuerzas de Seguridad del Estado", ha respondido. "No debe culparse a la Policía Nacional y la Guardia Civil, deben asumir responsabilidades todos aquellos que alentaron un referéndum prohibido y que había sido declarado ilegal", explicó.
Actuación proporcional
Zoido ha recordado que durante el mes de septiembre ya hubo diferentes actuaciones para intervenir en calidad de Policía Judicial material del referéndum y que el TSJ retiró su confianza en los Mossos para que estos protegieron las sedes judiciales. Según él, la confianza se quebró "a medida que se acercaba" el 1-O, sobre todo porque los dirigentes de la Generalitat se negaron a desconvocar el referéndum.
Zoido ha respondido al abogado del exconseller Joaquim Forn que no cree que hubiera excesos policiales el 1-O. "Lo de exceso no lo comparto, creo que fue una actuación proporcional dadas las circunstancias que concurrieron ese día".
Zoido se ha quejado del dispositivo "absolutamente insuficiente" de los Mossos y ha dicho que lo que se pregunta "en ocasiones" es qué hubiera pasado si se hubieran desplegado 12.000 mossos, en lugar de los 6.000 o 7.000 movilizados el 1-O, y que hubieran contado con el apoyo de otros 6.000 agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado enviados a Cataluña.
Al ser preguntado sobre unas declaraciones en prensa de su 'número dos', el exsecretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto, sobre que hubiera sido necesario 90.000 agentes para impedir el 1-O, Zoido ha dicho que desconocía ese dato. "Me parece una cifra muy elevada", ha comentado.
"¿Qué hubiera sucedido si no se hubiera alentado el referéndum ilegal?", se ha preguntado el exministro del PP, que ha recordado que hasta el 1-O la instrucción de la Secretaría de Estado era asistir en "auxilio" a los Mossos para cumplir con los diferentes requerimientos judiciales, tanto de la Fiscalía Superior de Cataluña como, posteriormente, del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, pidiendo que se impidiera el referéndum de independencia.
Los Mossos y las armas de guerra
Zoido ha dicho que no tenía constancia de que los Mossos espiaran la actuación de la Policía y la Guardia Civil, que actuaron el 1-O en 131 colegios de votación y cerraron 113. En otros 100, ha dicho, también actuaron para "recoger efectos e impedir la votación", sin que hubiera enfrentamientos.
También se ha referido a preguntas de la Fiscalía al contrato de armas de guerra solicitado por los Mossos y que se paralizó durante su mandato. "Que yo sepa, no se autorizó las armas de guerra", ha puntualizado. A Vox le ha contestado que no recuerda si había rifles de francotiradores compatibles con la idea de la Generalitat de crear una unidad militar propia.
La defensa de Jordi Cuixart le ha preguntado por los gritos de "a por ellos" de los policías y guardias civiles cuando salían con destino a Cataluña antes del 1-O. Zoido ha recordado que es algo que "no aprobaba" y que se recomendó "máximo respeto", sin precisar si se llegó a abrir algún expediente disciplinario.
Uso racional de la fuerza
También ha justificado el uso de pelotas de goma: "Tuvieron que utilizarlo". En varias ocasiones Zoido ha dicho que la Policía y Guardia Civil hizo un "uso racional de la fuerza para impedir un acto delictivo". "En aquellos lugares que no hubo impedimento, no pasó nada", ha dicho sobre la resistencia de los ciudadanos que, en algún caso, también provocó lesiones en agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
A preguntas de la abogada de la exconsejera Meritxell Borrás ha insistido en que lo que se primó fue la seguridad "de las personas y también de la Policía, y no sólo de una de las partes".