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La ciudad de Prípiat, a tres kilómetros de Chernóbil, es una ciudad fantasma dese el accidente nuclear que la afectó, pero ahora, se ha convertido en todo un atractivo turístico. Unos 70.000 turistas la visitan cada año movidos por la curiosidad y el morbo. Es uno de los puntos de referencia del denominado 'turismo negro'.

Lugares de terror

Lo llaman el turismo de la desolación o ‘turismo negro’. Gente atraída no por conocer destinos paradisiacos, sino los lugares del terror. Cárceles de dictaduras o lugares arrasados. Es el caso de la localidad más cercana a Chernóbil, Prípiat, antaño ciudad fantasma, en los últimos años sus turistas se han multiplicado por diez.

Radiación y alto peligro

En Ucrania, en la primavera de 1986, el accidente nuclear de Chernóbil provoca la evacuación de la ciudad de Prypiat. Sin sus 50.000 habitantes, la radiación la convierte en 36 horas en una ciudad fantasma.

Comenzó la fascinación por ella de los amantes del "turismo extremo" y hay cientos de pruebas gráficas de las visitas, como una reciente filmación de dron.

Durante décadas solo los más osados se arriesgaban a la radiación. Después aumentaron los curiosos. En 2012, la leyenda sobre este tipo de turistas se convirtió en película de terror: "Atrapados en Chernóbil". Por seguridad los interiores se rodaron en Belgrado.

Riesgo letal

Y es que en Prypiat la radiactividad es 12 veces más alta que en Kiev. Los techos de las casas son especialmente letales.

Pero nada disuade a los turistas. En 2015 se adentraron 8.000 de ellos. En 2018 lo hicieron nada menos que 70.000 visitantes. Más de la mitad, extranjeros.

Para entrar debe obtenerse un permiso. En él las autoridades se lavan las manos de cualquier responsabilidad. "Entre en Prypiat a su propio riesgo", dicen.