El 'descalabro' de Ciudadanos y su efecto en las instituciones de Madrid
Vox dice que no subirá el precio de sus apoyos, mientras en Ciudadanos no se pierde de vista la sucesión de Rivera a la Aguado podría optar si no lo hace Arrimadas
El descalabro de Ciudadanos en las elecciones generales, con la pérdida de 47 escaños, debilita su posición como socio de gobierno del PP en la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, máxime cuando su aliado externo, Vox, ha logrado doblar a los naranjas sólo cuatro meses después.
PP y Cs necesitan los votos de Vox tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento para aprobar los presupuestos. Abascal ha garantizado que Vox no es un partido "chantajista" y por tanto no aprovechará el resultado de este domingo para aumentar la presión a los gobiernos autonómicos que reciben su apoyo, que son precisamente los de Andalucía y Murcia y el de la Comunidad de Madrid.
Por si fuera poco, la abrupta salida del líder nacional de Ciudadanos, Albert Rivera, abre una nueva incógnita: el papel que puedan adoptar a nivel nacional las cabezas visibles del partido en Madrid, Ignacio Aguado y Begoña Villacís, ante el vacío de poder en la cúpula naranja, pendiente de un congreso extraordinario que no se celebrará antes de cuatro meses, según recogen los estatutos.
Este mismo lunes, fuentes de Ciudadanos han señalado que Aguado no descarta optar a la presidencia del partido, aunque espera tener antes una conversación con la portavoz naranja en el Congreso, Inés Arrimadas, a la que desde distintos sectores se señala como nueva líder de la formación.
Desde la sede del Gobierno autonómico, tanto PP como Cs han trasladado que la sintonía es bastante menor entre Aguado y la presidenta Isabel Díaz Ayuso (PP) que la que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida (PP) y la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Cs), tienen en la capital, donde no obstante empiezan a surgir las primeras controversias.
La sensación es que en la Comunidad de Madrid hay dos Gobiernos paralelos en uno, a pesar de que Aguado y la presidenta se han cuidado de no escenificar enfrentamientos en público. Su principal fuente de fricción es la comisión de investigación de Avalmadrid. En el PP hay malestar porque Cs no se opuso a su creacióN, aunque esta tarde ha sumado sus votos a los del PP para rechazar en la Mesa la comparecencias de la presidenta y los expresidentes, como pedían PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos- para dar explicaciones sobre el aval otorgado por esta entidad semipública a una empresa participada por su padre, que no fue devuelto.
Con Vox, una de las grandes incógnitas es la actitud que tendrá ahora Cs hacia el grupo de Rocío Monasterio, después de que Díaz Ayuso tuviese que hacer de intermediaria entre ambos para desbloquear su propia investidura.
El alcalde de Madrid no cree que el mal resultado de Ciudadanos en las elecciones pueda afectar a su gobierno de coalición con Begoña Villacís.
En todo caso, el PP dice que pedirá explicaciones al que se aparte de los acuerdos, solo porque le pueda convenir electoralmente.
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