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La reforma laboral del gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán ha puesto en pie de guerra a los húngaros. Miles de personas han tomado las calles por quinto día consecutivo para protestar contra una ley que podría obligar a muchos empleados a trabajar seis días a la semana.

Llevan 5 días protestando contra la llamada 'Ley de Esclavitud'. Hungría clama contra la reforma laboral del gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán. "Vamos a aguantar todo lo que podamos; pese al frío, aquí estaremos", dicen los manifestantes.

Trabajar seis días a la semana

Miles de personas han salido a la calle para expresar su rechazo a una ley que aumenta de 250 a 400 el número máximo de horas extras anuales, lo que en la práctica puede hacer que muchos húngaros tengan que trabajar seis días a la semana.

Además, "la TV pública ignora lo que pasa en las calles de Budapest", se quejan los manifestantes. Una multitud se dirigió desde la sede del Parlamento hasta la TV estatal, reclamando independencia al ente.

Diputados encerrados en la TV estatal

Incluso varios diputados opositores se encerraron en las dependencias televisivas. Pudieron entrar saltando la valla, aunque sin ser detenidos debido a su inmunidad. Sin embargo, fueron expulsados horas después de esta manera.

La diputada opositora Szél ha pedido la dimisión del ministro húngaro de Interior, Sándor Pintér, al asegurar que la policía no intervino cuando la seguridad privada les agredió. "Esto ya no es un sistema híbrido, es una dictadura", afirmó Szél

Algunos comparan estas movilizaciones con las de los chalecos amarillos franceses. Orbán, quien lleva en el cargo desde 2010, logró aprobar su polémica reforma laboral el pasado día 12. Al igual que su admirado Matteo Salvini, comparte su rechazo frontal a la Unión Europea.