Los japoneses tienen un problema: 10 días de vacaciones
A la Semana Dorada se han unido los festivos por la ceremonia de cambio de emperador
Los japoneses tienen un problema -que a nosotros nos resultaría incomprensible-. De forma insólita, por los fastos de la ascensión al trono del nuevo emperador se han juntado allí con 10 días de vacaciones y ahora no saben qué hacer con ellos...
Japón está de vacaciones. Millones de asalariados nipones disfrutan desde el viernes de diez días libres seguidos, algo insólito en el país.
A la Semana Dorada se han unido los festivos por la ceremonia de cambio de emperador.
Cierran los colegios, los bancos y la mayoría de los comercios y en un país donde trabajar es una auténtica obsesión, muchos no saben qué hacer con tanto día libre.
Sólo uno de cada cinco japoneses tiene previsto viajar y de esos, casi todos lo harán por el interior del país.
Muchos han aprovechado para visitar el Palacio Imperial en Tokio antes de que cierre dos días por la ceremonia de ascensión al trono.
Este martes, el emperador Akihito renuncia al cargo, que asumirá su hijo Naruhito el 1 de mayo.
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