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Es una pieza obligatoria sin la que los coches no pueden circular. Crecen los robos de catalizadores. Los talleres de Carabanchel han dado la voz de alarma. Reponerlos cuesta entre 500 y 700 euros, pero no sólo eso: la dificultad para conseguir recambios puede suponer para que nos quedemos sin coche semanas e incluso meses.

El catalizador modifica químicamente los gases del motor para que sean menos contaminantes al salir por el tubo de escape. Si su coche es de gasolina o diésel y nada más encenderlo oye un fuerte y extraño ruido, es un indicio de que se lo han robado.

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Detrás de los robos hay bandas organizadas que actuaban de noche, pero que ahora lo hacen ya a plena luz del día. Se deslizan debajo del coche y con radiales o sierras eléctricas cortan el catalizador en a penas unos minutos.

Lo roban porque tiene metales raros y valiosos como rodio, paladio y platino, más caro este último que el oro.

Los afectados por los robos se ven obligados a inmovilizar el coche, presentar denuncia y avisar al seguro que, según la póliza, cubrirá todo, parte o nada de la reparación.

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Uno de los problemas añadidos de estos robos es que, en los modelos más antiguos, cuesta encontrar recambios.

Como alternativa en Madrid hay empresas que se dedican solo fabricar catalizadores.

Las estadísticas de las fuerzas de seguridad no han detectado aún el aumento de este tipo de delitos