Alfonso, 12 años recogiendo la lluvia en Belmonte de Tajo

Las mediciones científicas de temperatura y agua también se enriquecen de los pluviómetros privados. Las estaciones particulares son un buen indicador de la sequía y los problemas que generan en el campo.

Hemos estado con un madrileño que durante 12 años, cada día, va registrando la meteorología.

Alfonso lleva unos años jubilado. Ha trabajado en una empresa de telecomunicaciones, en una fábrica de galletas o de cerrajero, pero su gran pasión es la meteorología. Desde hace 12 años tiene un pluviómetro.

De la lluvia que cae en Belmonte de Tajo. Solo ha fallado un día, el de Filomena. Y en todo lo que llevamos de mes no llega ni a 10 litros.

Medir el agua que cae en una zona no es nuevo ni mucho menos. Ya lo hacían los griegos hace 2.500 años. Y las primeras estadísticas datan del año 1800.

También ayuda a mejorar el rendimiento de los cultivos, pero este año la sequía ha dinamitado todas las previsiones. La cebada está prácticamente perdida y ahora hay miedo por otros cultivos.

Las conclusiones de estas estaciones particulares son de gran ayuda para los expertos. Si cumplen unos requisitos, estas mediciones se pueden incorporar los registros oficiales.

Lo que se desprende de los números es que tiene que llover en abundancia cuanto antes.